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jueves, 14 de marzo de 2013


No meto las manos al fuego por todos: Capella

* “No vamos a permitir que regrese el crimen organizado ni tampoco los narcopolicías”
* “Evitaremos entre todas las corporaciones que se desborde el índice delictivo”
* “Si no hubiera deportados, se reduciría en un 68 por ciento la incidencia delictiva”
* “En la contundencia se cometen errores; pero no cometeré el error de desproteger a la gente de bien”, advirtió el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana




TIJUANA.- “No meto las manos al fuego por todos”, expresó categórico el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Jesús Alberto Capella Ibarra, en reunión con integrantes de la Asociación Nacional de Periodistas A.C. (ANPAC) presidida en Baja California por Pedro Castillo Chavoya, en referencia a la depuración policiaca “que es diaria y permanente”, y en el controvertido dilema de distinguir entre la gente de bien y el maleante, de entre las 400 mil personas que han sido deportadas de Estados Unidos en los últimos tres años.
Tras manifestarse orgulloso de contar con la policía municipal mejor calificada del país, no dejó de reconocer que el segundo “campo de batalla” que ha sido más complicado para él como titular de la SSPM es el de combatir las “manzanas podridas” al interior de la misma corporación, pues dentro hay una “complicada red de intereses”, que se están combatiendo con disciplina, y con depuraciones constantes, conforme a derecho.
El primer “campo de batalla” es el que enfrentan diariamente en las calles, y que es el más observado por la ciudadanía en general, pero además del segundo, ya referido anteriormente, el tercero no es menos difícil de enfrentar: los grupos de poder políticos, económicos y de grupos de la sociedad civil, que “se comen vivos a los titulares de Seguridad Pública”, y eso ya lo vivió en el 2008, cuando luego de su salida se divulgaron muchos “estigmas” en torno a su persona.
Alberto Capella Ibarra explicó que si bien en su actual gestión no se han realizado depuraciones masivas de policías (como los 350 elementos apresados por militares en el 2008), en los 16 meses que tiene de ser el titular de la SSPM Tijuana se ha despedido a 90 policías corruptos, y si en la anterior administración las cifras fueron estratosféricas, se debió a que recibieron en aquél entonces a lo que era la policía más corrompida del país, “y pese a los esfuerzos de la anterior administración, no se fueron todos los malos elementos”.
En ese contexto advirtió: “no vamos a permitir que regrese el crimen organizado ni tampoco los narcopolicías”, y luego de justificar el clima de violencia que ha venido en aumento desde enero de este año 2013, informó que recientemente tuvieron una reunión de titulares de todas las corporaciones policiacas de Baja California, es decir, de los tres niveles de gobierno, y aseveró: “evitaremos entre todas las corporaciones que se desborde el índice delictivo”.
Los integrantes de la ANPAC Baja California radicados en Tijuana cuestionaron acremente al Secretario de Seguridad Pública Municipal sobre los abusos que cometen policías, que por 200 pesos dejan libres a detenidos a dos cuadras de donde los “levantan”, y que “suben” a los mismos que apenas salen de “La 20”, así como muchos atropellos que se han visto de “siembra” de “globitos”, cobro de cuotas en “narcotienditas”, allanamientos de morada, golpizas a detenidos, entre otras “linduras” de malos policías.
Ese fue precisamente el otro contexto de su frase de que no mete las manos al fuego por todos, pero alegó también que no puede despedir a policías “a la ligera”, “por generalidades”, ni por simples señalamientos sin sustento, por lo que pidió que las denuncias fueran precisas, detalladas y por escrito, además de que -ojo para todos los policías-, los periodistas pueden tomar fotos y videos de los operativos policiacos, máxime si las gráficas denuncian los abusos policiacos, para darle sustento a las denuncias ciudadanas.

Mucho criminal deportado

En el contexto de los abusos señalados, se incluyeron migrantes que, por el solo hecho de ser deportado, sin empleo y sin un lugar dónde vivir, son subidos a las patrullas, como en un afán de “inflar” cifras de detenidos.
Sobre ese tema el licenciado Jesús Alberto Capella Ibarra aclaró que él no ha dado ninguna orden de “cuotas” de detenidos, ni de otro tipo de “cuotas”, “ese es un paradigma que estamos rompiendo”. Y sobre el fenómeno de la migración, dijo observar que reconoce que muchos migrantes no son personas de mal, sino que están en condiciones miserables por diversas circunstancias; “detrás de cada uno de ellos hay una tragedia; pero lamentablemente, el 30 por ciento de los deportados son criminales expulsados de Estados Unidos, y para diferenciar entre los que son gente de bien y los que delinquen o tienden a delinquir, necesitaríamos 30 mil policías”.
Debido a sus condiciones infrahumanas, el 50 por ciento de los deportados padecen una o varias enfermedades graves, entre ellas, enfermedades venéreas o de transmisión sexual, y resulta que entre los delitos cometidos en el último mes se percibió que cinco violaciones cometidas contra menores de edad fueron perpetradas por personas migrantes, con tan solo 24 horas de haber sido deportados de Estados Unidos.
Entre otros migrantes detenidos figuran individuos “tatuados hasta por… todos lados” que con solo 2 meses de encontrarse en Tijuana, después de haber sido deportados, ya habían cometido dos secuestros; y así por el estilo, entre los migrantes que han sido detenidos ha habido los que roban inmediatamente, en cuanto entran a este territorio mexicano. Por eso ponderó que se está llegando a acuerdos con el gobierno estadunidense para que los deportados sean enviados a sus lugares de origen, y que no pasen por las ciudades fronterizas de nuestro país.
“En el tema cuántico y cualitativo, estoy consciente de que la policía municipal no tiene capacidad para resolver el problema migratorio; pero antes, en la anterior administración, el problema era mucho más grave; en esta administración hemos procurado ser más humanos en el trato”, comentó.
Asimismo, consideró que “si no hubiera deportados, se reduciría en un 68 por ciento la incidencia delictiva”; por eso, consideró que, pese a las muchas quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos de los migrantes, admite que “en la contundencia se cometen errores; pero no cometeré el error de desproteger a la gente de bien”, y lamentó que Baja California, y especialmente Tijuana, carga con el costo de otras entidades federativas del país que no provee lo necesario para que sus gentes tengan una vida digna y sustentable.
“Estoy totalmente de acuerdo en que persisten abusos de policías, pero no puedo actuar con generalidades, porque si a esas vamos, de todo lo malo que ocurre en la ciudad, resulta que la piñata a  la que hay que pegarle es al policía; no es descargo de culpas, pero la nuestra es la policía municipal más dignificada del país, aunque, por supuesto, no meto las manos al fuego por todos”, recalcó.

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