Por Periodico El Vigia Luis Miguel Ramírez.
Desire
Guerra García.
Ensenada,
B.C. - Debido al recorte de voluntarios y porque las estaciones no cuentan con
instalaciones adecuadas para personal femenino, fueron la razones que motivaron
el retiro de Desire Guerra García del Cuerpo de Bomberos de Ensenada.
El director
de Bomberos de Ensenada, Nicolás Serenil Nevárez, justificó la salida el retiro
de la joven mujer, quien durante seis años prestó sus servicios como voluntaria
en dicha corporación.
“Este
organismo es paramilitar y está hecho para hombres, no tenemos ni dónde duerman
(las mujeres), no tenemos ni dónde hagan sus necesidades, es especialmente para
hombres; y cuando se haga una estación mixta, bueno, entonces tal vez”, indicó.
Ante los
señalamientos de que este caso se trata de discriminación de género, Serenil
Nevárez dijo que no sabía de este problema, incluso que desconocía a Guerra
García, aunque ella sostiene que el titular de Bomberos fue quien durante meses
le dio largas a su caso.
Y sobre el
deseo de la afectada de reintegrarse sin pago alguno, el funcionario hizo la
siguiente analogía: “Yo he querido ser diputado cinco veces, nunca he podido,
me han rechazado, yo quiero serlo, pero si me rechazan o no tengo las
aptitudes, o no tengo el perfil adecuado, pues me van a rechazar”.
Sin
embargo, informó que analizará el asunto con el subdirector administrativo,
Roberto García, pero aclaró que ninguno de los dos tiene facultades para
contratar personal.
“Cuando se
usen o se necesiten a lo mejor se les llama, pero no es mi obligación tener los
voluntarios”, reiteró.
También
enfatizó que actualmente pretenden concentrar en las estaciones a los bomberos
que ya están contratados y asegurados.
Explicó que
no fue por falta de equipo la salida de personal voluntario, sino debido a que
sólo sirven de apoyo en los incidentes y no en el combate de siniestros
comandados por los jefes operativos.
Además
recalcó que al no contar con instalaciones especiales para mujeres, existe el
riesgo de que ocurran casos de violación o abuso sexual, sobre todo porque
algunas se quedan en los dormitorios durante su guardia.
No
obstante, Desire Guerra García, de 33 años, manifestó que nunca se quedó a
dormir en la estación donde estaba asignada durante los años en los que fue
voluntaria, dado que se quedaba en casa a cuidar a su hijo, con el fin de
evitar algún problema.
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