El régimen
norcoreano ya ha fijado su objetivo, en febrero realizó pruebas nucleares y las
ampliación de antimisiles en EU indican la seriedad del asunto
Foto sin
fechar de ejercicios de artillería con islas fronterizas surcoreanas bajo el
punto de mira. Se presume que se habrían llevado a cabo el 13 de marzo. Foto:
EFE
El apoyo
militar de Estados Unidos a Corea del Sur y las severas sanciones económicas
aprobadas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), incluido el del gobierno chino, por las pruebas nucleares practicadas
por Corea del Norte el pasado 12 de febrero, enfurecieron al régimen de Kim
Jong-un y lo llevó a anunciar el lunes pasado que el armisticio con su vecino
del sur se había terminado.
Con esto,
según Norcorea, queda “completamente” anulado el pacto de no agresión alcanzado
hace poco más de seis décadas, que dio fin a la guerra con su vecino del Sur. Con
lo que tiene manos libres para tomar “represalias despiadadas” contra las
maniobras militares estadunidenses y surcoreanas.
Sin
embargo, esto fue tomado con escepticismo por Seúl, capital de Surcorea, quien señala
que la decisión fue tomada de manera unilateral por Jong-un y que es legalmente
imposible que el acuerdo se rompa de esta forma.
(Foto: EFE)
“Los
términos del Acuerdo de Armisticio no pueden ser invalidados ni cancelados
unilateralmente”, afirmó el portavoz de la cancillería surcoreana, Cho
Tai-young, tras exigir a Corea del Norte que retire sus intenciones.
Pero al
parecer, Corea del Norte no se toma sus propias amenazas a la ligera. Apenas 24
horas después de su decisión de trascender del armisticio, fijó su primer
objetivo militar: la isla de Baengnyeong.
Incluso Kim
visitó las unidades militares de primera línea cerca de la frontera marítima
occidental, en un claro desafío. Durante su recorrido, el líder norcoreano
afirmó que la isla de Baengnyeong, ubicada en el Mar Amarillo, cerca de la
controvertida frontera marítima con Corea del Sur, será el primer objetivo del
ejército norcoreano, una vez que se inicie la nueva guerra.
(Foto: AP)
Sin afán de
broma, con un semblante juguetón y feliz, Kim pidió a las unidades de
artillería atacar el cuartel de la marina surcoreana en Baengnyong ante la más
mínima provocación de parte del vecino del sur, que la víspera inició maniobras
militares conjuntos con Estados Unidos ante las amenazas de ataque de las
cuales es blanco como parte del ejercicio Key Resolve.
Este
ejercicio, que se prolongará hasta el día 21 y tiene como objetivo coordinar la
respuesta a un hipotético ataque norcoreano, cuenta con alrededor de 10 mil
soldados de Corea del Sur y 3 mil de Estados Unidos, así como armas, equipos y
aviones desplegados desde bases estadounidenses en otros países.
Pero Corea
del Sur ve una salida diferente al enfrentamiento bélico, pues la Oficina Presidencial
de Corea del Sur confirmó el miércoles que permanece abierta una línea de
comunicación militar con Corea del Norte, a pesar de que el Estado comunista
desconectó el lunes la línea telefónica de Panmunjom, única vía de contacto
entre los gobiernos de ambos países.
El poder
militar de Corea del Norte
En medio de
las condenas de la comunidad internacional el régimen comunista norcoreano
aumentó de forma considerable sus vuelos de entrenamiento de combate.
“El número
de vuelos de aviones de combate y helicópteros de la Fuerza Aérea de Corea del
Norte alcanzó unos 700 el lunes 11 (de marzo)”, indicó a la agencia Yonhap una
fuente del Ejército desde el anonimato, que valoró el hecho como “sin
precedentes” en cuanto a volumen.
La cifra
multiplica casi por seis el número máximo de vuelos diarios registrados durante
el entrenamiento estival norcoreano del año pasado, añadió.
(Foto: EFE)
Un portavoz
del Ministerio de Defensa de Seúl se rehusó a confirmar oficialmente tal
afirmación, pero reconoció que “Corea del Norte ha elevado el nivel de sus
entrenamientos militares en tierra, mar y aire” en las pasadas jornadas,
marcadas por las amenazas de guerra del régimen de Kim Jong-un.
Pero la
pregunta es ¿puede realmente Corea del Norte acabar con las fuerzas militares
de su vecino del sur, quien es apoyado por Estados Unidos? Claro que sólo los
hechos traerían la respuesta, pero es necesario saber el poder militar de Corea
del Norte.
Su Ejército
es el cuarto más números del mundo al contar con 1.1 millones de soldados, pero
sus maquinaria y armamento son en general poco avanzados y hasta viejos, pues
datan de las décadas de los 50 a los 70 del siglo pasado.
Pero la
clave radica en sus misiles, pues la autonomía de éstos es la suficiente para
alcanzar no sólo países vecinos como Corea del Sur, Japón, China o Rusia, sino
que potencialmente pueden llegar hasta Europa, América, África y Australia.
(Foto: EFE)
Armas
nucleares y químicas
No sólo
eso, Corea del Norte tiene de dos a ocho bombas nucleares pequeñas. En este
tema, norcorea admitió por primera vez que poseía armas atómicas en 2005, y se
conocen tres pruebas con este armamento: en 2006, 2009 y la más reciente el 12
de febrero de 2013.
Pero hay
más ya que las Fuerzas Armadas del gobierno de Kim Jong-un, también poseen
armas biológicas que pueden causar enfermedades mortales como carbunco,
botulismo, una enfermedad que provoca parálisis, curable en su forma natural.
También en
su repertorio tiene armamento químico que incluyen gas mostaza, perteneciente
al grupo uno de sustancias tóxicas, es decir las que no tienen ningún uso
diferente que no sea causar daño, sarín, del grupo dos, donde se encuentran las
de uso industrial a pequeña escala, y fosgeno, del grupo tres, del tipo de
sustancias que tienen uso industrial a gran escala.
Tanques y aviones
En caso de
que Corea del Sur decidiera atacar pero si hacer uso de las armasbiológicas,
también cuenta con otra artillería. De acuerdo con el Ministerio de Defensa
norcoreano ese país dispone de 820 aviones militares, casi el doble que su
vecino del sur, que tiene 460. En cuanto a los tanques, son 4 mil 200 los que
tienen.
Estados
Unidos toma precauciones
Ante la “retórica
beligerante” de los norcoreanos, el gobierno de Estados Unidos anunció el
pasado viernes el fortalecimiento de su sistema antimisiles con la instalación
de 14 nuevos interceptores en su costa oeste.
Así lo dio
a conocer el secretario de la Defensa estadunidense, Chucl Hagel, quien precisó
que se aumentarán los interceptores de 30 a 44 en Alaska y California.
Los
interceptores, con un costo de alrededor de 200 millones de dólares, fueron
diseñados específicamente para contrarrestar la acción de misiles
intercontinentales dirigidos hacia Estados Unidos, sin embargo su instalación
tomará varios años.
La amenaza
está en el aire, al grado que reportes de prensa indican que ese mismo día
Corea del Norte disparó misiles de corto alcance al océano, en respuesta a las
sanciones recientes impuestas por las Naciones Unidas tras las pruebas
nucleares realizadas el mes anterior.
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