TIJUANA.- La Lic. Sonia Leslie del Villar Sosa, que el 16 de enero tomó posesión en Tijuana como delegada de la Profeco en Baja California, a partir de ayer fue destituida del cargo e inhabilitada de la función pública por un año, por lo que delegación de la dependencia federal, quedó acéfala.
La hoy ex funcionaria federal, quien personalmente recibió a los funcionarios del órgano interno de control y de responsabilidades de la Profeco en México, encabezados por el Lic. Max Ortiz Lara Correa, subdirector de recursos humanos para entregarle la notificación de su remoción.
“Nunca hice nada irregular, me voy con la frente en alto, no tengo nada de que avergonzarme. Sin embargo ante el panorama que ha visto y la forma en que me le está tratando, decidí recurrir al amparo de la justicia federal, para evitar más abusos y sorpresas desagradables que pudieran atentar contra mi libertad”.
Este asunto ya lo veía venir, porque desde el primer día en que tomó cargo de la dependencia, empezó a recibir llamadas telefónicas de su dirección donde le pedían que renunciara o tendría problemas. Pero como no lo hizo, porque ella llegó con un oficio firmado por el titular de la Profeco, ahora están cumpliendo esas amenazas con su salida, manifestó Leslie del Villar, quien calificó que es una medida política.
La funcionaria que minutos antes de que hicieran acto de presencia estos funcionarios de México, ofreció una conferencia de prensa: “Les digo la verdad, no hice nada, no tengo de que avergonzarme, hice mi trabajo limpio, con apego a la política ordenada y todo esto empezó con el cuento y supuesta desaparición de 93 expedientes de verificación en la delegación de la Profeco en Hidalgo. Pero no existe tal cosa, han estado siempre en los archivos del primer piso, no el tercero donde hicieron la inspección y donde lógicamente nunca los iban encontrar”.
La funcionaria por momentos no daba muestras de querer soltar una “palabrota” y el llanto, pudo contenerse. “Después de esto, de ver cómo me están tratando, y aún cuando no hay ningún citatorio ni denuncia en contra mía ante la PGR, la verdad que no dudé en tramitar mi amparo para evitar cualquier sorpresa.
Leslie del Villar comentó: “Dios es muy grande, ya veremos en qué nos ocupamos mientras termina este año de inhabilitación, pero difícilmente volvería entrar a una dependencia como ésta”.
Luego salió de la oficina donde tenía un pequeño cuadro con la fotografía de su hijo. (jlc).
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