Por.-
Alfredo Calva
La
alcaldesa electa de Playas de Rosarito, Mirna Rincón Vargas y algunos de los
integrantes de su equipo de transición, han venido sufriendo los embates de grupúsculos
existentes al interior de su partido, el PAN, a través de las intrigas y
rumores que esparcen entre diversos liderazgos de sectores de la población
rosaritense, con la idea de lograr permear la voluntad y capacidad de decisión
de Rincón Vargas, a fin de lograr sus propósitos, colocar en las diferentes
dependencias a los elementos de sus intereses personales.
Dependencias
como la Secretaria General de Gobierno, las Direcciones de Regulación, de Policía y Transito, o de Desarrollo Social, son áreas que
ambicionan estos personajes que lideran los grupúsculos con el fin de clocar a
sus alfiles y lograr sus objetivos, es por ello que la presión a la alcaldesa a
través de las intrigas hacia algunos elementos de su equipo de transición,
tienen como meta lograr que Rincón Vargas se incline por sus sugerencias y
recomendaciones, que le hacen llegar por interpósitas personas.
A
lo anterior, se suma el chantaje que vienen intentando hacer las ediles Ana
Luisa Esquivel y Nancy Ramírez a la próxima alcaldesa en funciones, con el
objetivo de conseguir, la primera, que su marido continúe viviendo del presupuesto
municipal, - actualmente cobra en la paramunicipal Prodeur-, y además, si la
capacidad de construcción en gobierno de Rincón Vargas como ha trascendido,
pasara a la Dirección de Obras Publicas, sea su titular.
La
segunda, defiende los intereses del actual titular de la Prodeur, Juan Gabriel
Esquivel, y busca posiciones en áreas sustanciales del gobierno municipal que
pretende obtener al igual que su copartidaria Ana Luisa Esquivel a través del
chantaje a Rincón Vargas, lo que piden a cambio de contar la alcaldesa electa
con el voto de ambas regidoras en todas sus propuestas que presente en el cabildo,
iniciando por la aprobación del los funcionarios que designe Mirna Rincón en la
Secretaria General de Gobierno, la Tesorería y la Dirección de Policía.
Hasta
el momento las intrigas y chantajes no han surtido el efecto deseado en la
alcaldesa, y así debe de seguir, Mirna Rincón no puede dejarse influir, mucho menos
chantajear, si en verdad quiere llevar a efecto un ejercicio gubernamental de
beneficio para los rosaritenses, por mucho que amenacen o nieguen su voto las
regidoras electas, no alteraran la marcha del gobierno si este se conduce con
probidad, transparencia y rendición de cuentas como lo ha prometido Mirna
Rincón.
Ningún
gobernante que se aprecie de serlo, puede permitir que vándalos políticos lo
secuestren y lo sometan a sus caprichos y voluntades, el ejercicio de poder que
le fue conferido a través del sufragio ciudadano esta obligado ha hacerlo
respetar y debe de aplicarlo y hacerlo valer, por lo tanto, Mirna Rincón Vargas
alcaldesa electa de Rosarito, no puede caer en las artimañas de quienes por décadas
han lucrado con los erarios gubernamentales.
Pronto
sabremos el resultado del conflicto que se vive entre la alcaldesa electa y los
integrantes del equipo de transición, y los liderazgos de grupúsculos al
interior del PAN. Si Mirna Rincón Vargas, alcaldesa electa de Rosarito, pasa
por sobre las pretensiones y acciones en su contra, o sucumbe ante quienes
buscan dos objetivos fundamentales, mantener o colocar a sus intereses
personales en las dependencias de ambición personal, e ir debilitando la figura
e imagen de Mirna Rincón Vargas ante la ciudadanía rosaritense, mostrándola
como una mujer sin capacidad de decisión, carente de autoridad y manejable.
Faltan
pocos días para que de a conocer a sus colaboradores.
Y
mientras tanto….
Los
ciudadanos se preguntan donde están escondidos los integrantes de la comunidad
universitaria y todos aquellos profesionistas que se encuentran obligados
moralmente con su alma mater.