QPBC. Recientemente, el columnista señalaba
que hay quienes afirman que varios candidatos no estaban haciendo campañas
políticas. Específicamente lo decía el dirigente municipal del PAN en Tijuana,
Raúl Felipe Luevano Ruiz.
El panista presumía, que al menos los
candidatos blanquiazules, no habían visto en la calle, a los candidatos de
otros partidos. Por ello, el columnista hizo referencia a lo virtual.
Decía, que hay quienes afirman que no
ha habido campañas. Que lo suyo, en su gran mayoría, han sido campañas
virtuales.
Lo virtual, explicaba, es lo que
aparentemente existe, pero que “existe”, solamente en el mundo de la
cibernética. Y que tal parece que de eso se trata. Que fuera de las redes sociales,
es poca, realmente muy poca, la labor proselitista de los candidatos.
El columnista hacía hincapié en que
ya se había advertido. Que los montos de gastos de campañas, son muy limitados,
pues apenas si alcanza para cubrir el costo de espacios en portales o redes.
Observaba que realizan un evento,
toman fotos o videos, que de inmediato suben a las redes y las replican, dando
la apariencia de que son extenuantes jornadas. Virtualmente, terminan
“agotados”.
El candidato que llegó a la
exageración en lo virtual, fue el supuesto independiente Gastón Luken Garza. A
través de las redes empezaron a circular fotos, en las que se observaba que
estaban colocando enormes carteleras en las fachadas de altos edificios.
La periodista Dora Elena Cortez, en
su AFN Político, decía que
seguramente muchos andaban
desesperados buscando y tratando de ubicar tales edificios. pero advirtió que
no los encontrarían, por la sencilla razón de que no era cierto lo que se
observaba. Que realmente se trataba de un truco cibernético.
Por cierto, Adriana Millanés,
aspirante a Regidora, en la planilla de Gastón Luken Garza, publicó una de esas
fotos en su portal de facebook, en la que se mostraba que colocaban un enorme
espectacular con su foto, en la fachada de un edificio. Alarmado, José Avelar,
uno de los promotores del movimiento de las candidaturas ciudadanas, le agregó
un comentario, recomendándole que pidiera la retiraran, pues sería
contabilizada por las autoridades electorales.
Así es de engañoso lo virtual.
Parece que ocurre, pero no lo es. No es real, sino imaginario. La cibernética
permite mostrar esa aparente realidad. Las autoridades electorales, advierten
que ya se debe regular el uso del internet en los procesos electorales.
Posiblemente en la próxima contienda.
¿Hasta qué punto se abusó de la
cibernética en este proceso electoral?
Porque efectivamente, a muchos
candidatos, no se les vió en la calle, haciendo campaña.
Algunos, lo que hicieron fue
contratar brigadas de promotores del voto, que recorrieron las calles,
repartiendo folletos proselitistas, con lo que se dió la apariencia de que eran
los candidatos quienes encabezaban las jornadas. Pero los candidatos, nunca aparecieron
en persona.
El problema de la cibernética, es que
aunque ya es muy común el uso de aparatos móviles, estos se utilizan para
muchas cosas, menos para estar al tanto de la política. Sirven para escuchar
música, para ver películas o videos diversos, enviar fotos pornográficas, pero
no para enterarse de las actividades de los candidatos.
En las redes presumen que recorren
sitios inaccesibles de las colonias populares, pero eso “ocurre” simplemente en
el mundo virtual.
En las redes sociales circulan
resultados de supuestas encuestas, imaginarias o “patitos”, que nunca fueron
realizadas.
Ese es el problema del mundo de la
cibernética. Hasta los propios “actores” caen en el engaño.
La única realidad, se conocerá el día
de los comicios, el 5 de junio, cuando, con su voto, los electores harán
constar sus supuestas preferencias electorales. Si es que deciden acudir a las
urnas, porque el grado de abstencionismo, ha sido de más del 70% del listado
nominal.
En los mundos virtuales de la cibernética,
se observan cosas espectaculares, que son meramente imaginarias, y la
problemática social, es una realidad social, no mera apariencia.
Están en un error, los que realizan
campañas cibernéticas. Se engañan solos. Su supuesta popularidad, es mero
cuento.