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miércoles, 16 de enero de 2013
Recuerdos de un sicario dentro del CAF (parte 2)
Mi amistad con Ramon y el Cartel Arellano Felix, Lo de hoy.
Veo que son muy jóvenes ustedes y que quisieran que pusiera muchas historias como si fuera escritor y tan rápido como para llegar hasta nuestros días.
Voy a ceder un poco, veo a Tijuana desde lejos y sin embargo siempre siento que aun estoy ahi porque nunca he dejado de leer las noticias todos los dias en el internet.
Mi hija me dijo un dia que tenia un blog, zas! le dije, yo quiero contar algo. Lo que pasa hoy en Tijuana no lo comprendo en su totalidad, pero se al menos que Fer esta aqui en USA y que el 3 ni siquiera cruza a USA porque no tiene visa y ni siquiera buena relación con polleros, ni tampoco su gente mas cercana.
Son gente sin preparación ni siquiera para las armas. Con Ramon eramos realmente un comando que actuaba con inteligencia y acierto. Que si pisteabamos y periqueábamos? Pues si, pero era solo cuando había algo que festejar y entonces festejábamos muy bien.
Fernando Sanches Arellano es inteligente y se parece a Ramon, pero su rival ahorita tiene el apoyo de la gente de siempre a la que nunca dejamos meter a Tijuana, ni siquiera con el apoyo de la federal, o no es verdad gente del doctor? Cree el rival que eliminando a todos los vendedores de las colonias va a golpear el negocio de Fernando y bueno a decir verdad solo afecta un poco la logística y la colaboración de la gente, pero mientras no le pegue al negocio blanco que va para USA puede seguir matando con su grupo de analfabetas. El pobre 3 no tiene los nexos con Peru, Bolivia, la guerrilla. Pero eso si les digo: pronto van a caer con todo y sus cartulinas con las que ingenuamente ahora creen que pueden captar alguna simpatía. Saludos Fernando, tu si usas Internet no cartulinas.
Operativo Rampa Cetys
Por aquellos días buscábamos al Rigo, el ya había tenido problemas en Mexicali con Javier porque era gente del Cartel de Sinaloa y era muy entron y a wevo quería su territorio.
Luego de la bronca con Javier allá en Mexicali, el Rigo llego a Tijuana y en las carreras de caballos que el organizaba allá por el ejido Chilpanchingo andaba diciendo que iba a vengar la muerte de Armando. El MP, Raul le llamo un día a Ramon y le dijo que le tenia una buena noticia.Tenia un detenido en su mesa que era gente cercana al Rigo. Entonces Ramon le dio instrucciones para que lo liberara y nos fuimos en chinga para interceptarlo a la salida de la PGR. Saliendo lo detuvimos y nos lo llevamos para una casa que Ramon recién había comprado por Villa Floresta.
Ahí le estuvimos dando su calentada pero el bato se aferraba y fue hasta que Ramon agarro la video casetera y le puso una parte de una película que acababa de comprar donde una psicópata tiene un secuestrado y le pone una tabla entre los tobillos y luego con un mazo le rompe los pies. Entonces hicimos lo mismo con nuestro detenido y le pusimos la tabla y ya le íbamos a dar cuando el bato dijo que nos llevaría a una bodega que quedaba por allá donde iba a las carreras parejeras, donde acostumbraba a ir por negocios tanto de droga como de caballos.
A partir de ese día Ramon le puso vigilancia y siempre el Rigo bajaba para el Insurgentes por la Rampa Cetys, pero traía mucha gente armada así que Ramon aborto la primera idea de irrumpir en la bodega porque no quería correr riesgos de que tuviéramos alguna baja.
Llego el día decisivo y le avisaron a Ramon que el Rigo estaba con toda su gente y que en cualquier momento bajaría hacia el Insurgentes, así que nos fuimos de volada al estacionamiento del Calimax y le llamo a Sandoval de la judicial para que le mandara a 50 hombres, quienes se mantuvieron algunos en el estacionamiento y otros por ahí cerca, pero no tenían instrucciones de actuar a menos que llegara mas gente a apoyar al Rigo.
Ramon dijo que el iba a tirar al primer marquis donde venia el Rigo, a Fabian le asigno el segundo marquis, el otro Fabian remataría sobre el primero y yo sobre el segundo.
Nos pusimos detras de una panel y entonces desde la otra esquina Sandoval nos aviso que ya bajaban y salimos en fila con nuestros AK-47 con cargadores de 60 tiros y primero Ramon y Fabian soltaron todo cada quien sobre su objetivo y detrás nosotros repetimos la faena. Del segundo carro un escolta del Rigo muy mal herido alcanzo a jalar el gatillo pero sin ninguna visibilidad ni dirección, una bala le pego a una jovencita que después supimos era estudiante.
Esa misma noche nos fuimos para la casa de Villa Floresta a festejar, pero yo estaba muy deprimido porque sentía que había fallado al permitir que un escolta jalara el gatillo y le tocara a una persona inocente. Fabian llego y me dijo no te aguites wey, Ramon esta muy orgulloso del trabajo, es mas, cuando íbamos a escoger quien iba a tirar yo le propuse que fuera Alfredo, pero Ramon me dijo que no, que el veía que tu estabas en buen momento porque te había observado en los entrenamientos.
Luego me dio ánimos porque me dijo que yo tenia el jale mas difícil porque fui el cuarto en salir con unas fracciones de segundo de desventaja y ademas se cumplió el objetivo de desactivar a todos porque el escolta que disparo nunca nos tuvo en la mira. Andale wey, te esta esperando la Monica, me dijo el Fabian.
Esa noche la fiesta se lleno de judiciales y también gente del gobierno.
Muerte en Guadalajara
La muerte de Manuel allá en Guadalajara no es totalmente nuestra.
La gente de Cali colaboro y al final ellos se aventaron el jale. Nosotros solo viajamos a Guadalajara como espectadores, fue como ir a una función de box en primera fila, pero en lugar de la arena estábamos en el centro de la ciudad viendo desde el carro como dos tipos en motocicleta descargaban una Uzi sobre Manuel y le prendían fuego al carro.
Dos días antes en Tijuana, cada quien agarro su 9 mm. con dos cargadores adicionales de 17 tiros y nos fuimos en un vuelo para el Bajio. Como siempre Ramon decía que ya todo estaba arreglado que no había bronca con las pistolas. Y claro, si hasta lo saludo ese día un federal cuando llegamos al aeropuerto del Bajio. Javier fue por nosotros en una suburban y agarramos con rumbo a Guadalajara, donde vivía en aquel entonces Javier, aunque viajaba seguido a Tijuana.
Íbamos Ramon, Fabian, Alfredo, Gustavo y yo. Manuel nos había estado rebanando los cargamentos de coca que la gente de Cali enviaba hacia la Baja Sur, donde Ismael se hacia cargo personalmente.
La gente de Cali nos quería cobrar todo, pero Ramon le alegaba que nosotros no recibíamos completa la carga y que la gente de la Marina que interceptaba los barcos trabajaba para el Manuel.
Entonces con la venida de Benjamin, Jesus, y Ramon le propuso a la gente de Cali que si ellos quebraban a Manuel allá en Guadalajara donde tenia a toda la federal a su servicio, le pagaría todo lo que supuestamente le debía y así con ese acuerdo fue que volamos para presenciar la muerte de Manuel en vivo y a todo color.
Íbamos detrás nosotros en la suburban de Javier y vimos que Manuel no iba solo. Ramon dijo: vamos a ver que tan buen sicario es ese colombiano, son dos pájaros. El carro de Manuel paso por una calle angosta y de ahí vimos salir a dos personas montadas en una motocicleta deportiva. Nosotros seguíamos detrás y apenas avanzamos unos metros sobre el bulevar cuando el sicario que iba sentado atrás disparo en ráfaga la Uzi chingándose a los dos weyes.
El carro estaba detenido y el piloto de la motocicleta bajo los pies y muy cómodamente aventó la granada y pum, listo el trabajo. Ramon estaba feliz porque decía que occidente seria nuestro a partir de entonces.
También hablo de ser mas espectaculares como los colombianos, de emplear bazucas y bombas, pero después comprendió que no había necesidad de eso todavía.
Atención
Ya se que solo quieren que les cuente detalles y como estuvo la cosa cuando el cartel de verdad era un cartel no las chingaderas que andan haciendo ahora.
Si les voy a contar pero ustedes creen que la vida de un testigo protegido es muy concha no, pues no es así, me acaban de soltar, los gringos van por ti cada vez que piensan que les puedes aportar algo sobre alguna situación y a veces te tienen hasta días.
Ahí me tuvieron para ver en que les podía ayudar porque los atentados a los consulados y la alta criminalidad en todo el país pero yo no les puedo ayudar en nada pero así son, les digo, cada vez que quieren saber algo ahí van por mi y por cualquier wey que sea testigo protegido.
Miren cuando Ramón murió yo prácticamente me quede como un soldado nada mas, ya no formaba parte de ningún grupo y me dije para que me sirvió tanto pinche entrenamiento, tantos cursos en el extranjero, tantas guerras ganadas con Fabián, Merardo, Emilio, Alfredo etc.
Aunque sentía cierta seguridad por mi amistad y respeto de parte de Javier y Merardo, finalmente me tuve que ir pues como dice el dicho el miedo no anda en burro. Quería estar con mi hija también cada que podía pues cuando sea mayor le tendré que contar quien fui.
Esta bien les contare primero las cosas que todo mundo quiere saber, si estuve en la disco Christine, pero no estuve en lo del cardenal ni tampoco el 3 de marzo. Pero en lo del cardenal me toco comandar a 200 hombres que fuimos al aeropuerto de Tijuana a recoger a Ramón y Javier que venían de allá. El 3 de marzo también me toco ir por Javier a la procuraduría pero ahí solo fuimos el grupo especial con Emilio a la cabeza.Ya les contare.
Yo mate a Juvenal
Chingate al Juvenal, me ordeno Ramon.
Confieso que experimente un titubeo y luego le conteste: pero Juvenal es compa. Ramon me respondió: ah si? entonces le dire a el que te mate a ti, al cabo tu también eres compa. Luego Ramon se fue y yo me quede algo preocupado. Fabian se me acerco y me dijo: chingatelo wey, ahorita Juvenal trae mucho movimiento en el otro lado y no se reporta con nosotros, tiene tiempo que no ha hecho ningun pedido, seguro que ya se volteo el puto.
Fabian siguió hablando: pero háblale primero a David y dile que Ramon te ha encargado a ti el mandado y que si ocupas gente la llevaras de aquí, que no quieres compañía de allá y si quieres me dices y vamos a buscarlo allá o esperamos a ver si cruza, tu me dices. No hay pedo yo lo hago solo, le dije a Fabian y cargue mi escuadra y me lleve dos cargadores extras, pero también por esos días que estuve cazando a Juvenal en Tijuana anduve cargando mi cuerno en el asiento por si hacia falta, aunque casi estaba seguro que Juvenal solo cargaba una pistola.
Por fin ya lo iba a quebrar un día y que se me atraviesa una familia y que se me escapa para la linea. Y me dije que ya no iba a esperar mas y decidí seguirlo al otro lado, baje mis armas del carro y le hable al Yayo para que me prestara una escuadra beretta 9 mm. para no cruzar armado y lo seguí hasta que cruzo la linea y me tuve que quedar a dormir en el carro esperando el amanecer en National City. Así lo anduve siguiendo al otro día ya en compañía del Yayo que se puso a manejar hasta que vimos la oportunidad y lo alcanzamos, lo medí a menos de dos metros, el Juvenal volteo y pum en la pura frente, se ladeo y reboto sobre el volante y pum le metí otro tiro atrás de la oreja y tres o cuatro mas de remate. Ese jale Ramon me lo pago con 30 libras de cocaina, media tonelada de mariguana y un Galil nuevecito.
Vacaciones en Vallarta
Por enésima ocasión volábamos hacia algún lugar desde aquel día en que por primera vez Ramon pronuncio el nombre de Cartel de Tijuana, porque así lo habían llamado en Cali cuando fue en plan de negocios.
Esta vez viajábamos sin Ramon, eramos solamente Alfredo, Emilio y yo. Íbamos a saldar cuentas con un tal Raul, quien estaba ayudando al Güero a bajar aviones en la región de Magdalena. Como siempre cargamos nuestras pistolas. Allá en Guadalajara nos recibió el buen Serafín que en paz descanse, quien nos dijo que no ocuparíamos mas que las 9 mm. porque visitaríamos a Raul en su negocio donde siempre estaba solo con un ayudante o con su esposa.
De cualquier manera en aquel tiempo no acostumbrábamos a desperdiciar parque si se trataba de una o dos personas, por eso teníamos fama de buenos tiradores con escuadras y puedo asegurar que hubiera bastado un solo tiro, aunque siempre por la adrenalina descargábamos varios, pero siempre con pistola porque no usábamos mucho los kalashnikov, aunque ya los cargábamos cuando la cosa se ponía caliente. Dependía del tamaño del problema, por ejemplo contra el Rigo y su gente si los usamos porque eran varios escoltas y entonces teníamos que asegurar el trabajo.
Llegamos al aeropuerto y nos recibió Serafin para llevarnos a una casa de Javier en una colonia muy bonita, creo que era en Zapopan. Al siguiente día paso temprano por nosotros y nos dijo: al que yo salude a ese le tiran. Al llegar a la refaccionaría que estaba en Tonala un tipo salio de imprevisto y le tendió la mano a Serafín sin que el pudiera evitarlo y entonces Alfredo pum pum pum lo tumbo ahí mismo. Ese no es wey! grito Serafin. El tal Raul al ver que se chingaron a su chalan corrió hacia dentro del negocio y yo lo seguí entre los anaqueles hasta llegar a un patio con fuente y columnas donde no alcance a ver en que puerta se metió.
No pasaron ni tres segundos y salio con un cuerno y apenas pude rodar para esconderme pero me alcanzo a dar en la ingle mientras a Alfredo lo tumbaba con una ráfaga en abanico. Lo bueno que Emilio lo puso quieto, con su buena puntería le dio en la frente.
Ahí no acabo todo porque llego corriendo y gritando la esposa de Raul con su hija por detrás y la pistola de Alfredo había quedado tirada y pues desde el suelo donde yo estaba pum le tire a la señora y pum también a la niña. Ni modo, no me podía arriesgar seguramente la niña había visto a su papa disparar, uno no puede confiarse, la pistola estaba ahí en el suelo cargada.
Nos atendieron en un hospital que nos consiguió Javier desde Tijuana. Pero al otro día llego Ramon con David y nos trasladaron a Vallarta. A Serafin lo liquido Ramon ese mismo día en un cuarto de hotel porque dijo que ya se había hecho un desmadre. Yo me recupere pronto, pero Alfredo tardo mas tiempo con dos balazos al cuerpo, uno le atravesó un pulmón.
Dos meses después seguíamos en Vallarta, pero a Alfredo lo enviaron a San Diego a recuperarse. Un día ya nos íbamos a despedir del puerto, pero esa tarde Ramon dijo: a la noche vamos a tirar fiesta al Christine. Nos fuimos de Vallarta hasta el siguiente día de una forma que nunca imaginamos.
Christine
La noche anterior ya habíamos estado en la disco Christine, fue la primera vez que me entregaba al desenfreno desde aquel día en que libramos la muerte allá en Guadalajara. Ya me sentía bien, la estancia en Vallarta había sido placentera a pesar de que había estado ahí cojeando y cuidándome todo ese tiempo por lo del balazo. Por eso decidí divertirme con trago, perico y unas amigas de Javier que habían venido de Guadalajara, seria porque Ramon había dicho que nos regresaríamos al siguiente día a Tijuana y yo no quería perder la oportunidad de pasarla de lo mejor.
No nos fuimos como era el plan, pues Ramon dijo que volveríamos esa noche al Christine porque Benjamin quería saludar al Mayo en su cumpleaños y entonces el regreso se posponía hasta el otro día. Yo desperté como a las 3 de la tarde en la casona donde estuve todo ese tiempo desde que recibí el balazo. Ramon, David, Armando y Lino fueron los únicos que se quedaron en el Holiday Inn cerca de la disco, todos los demás se quedaron en la casona que tampoco estaba muy lejos.
Como a las 6 llamo Ramon para decir que nos veríamos ahí en la entrada de la disco por la noche. Yo me sentía realmente mal de la cruda, no podía ni comer y estaba asqueado. Ya entrada la noche todos partieron para la disco, pero yo les dije: luego los alcanzo, dejen me aliviano.
Chingate un perico, me recomendó Federico. Pero no le hice caso. Salí a caminar para respirar el aire limpio y tropical, me encontraba sobre el bulevar principal por la zona hotelera y comencé a sentirme animado, tal vez esas palmeras y jardines que no volvería a ver en mucho tiempo me pusieron nostálgico y a la vez de buen humor, entonces comencé a sentir hambre.
Pensaba llegar al Christine a pie, ya no sentía molestia alguna, tenia hasta ganas de correr. Pero una camioneta de redilas llena de aparentes federales paso por el bulevar y yo cargaba mi escuadra bajo la camisa, así que me dio pendiente traer el arma y por seguridad aborde el primer taxi que vi frente a un hotel y le dije al chófer: llévame al Christine.
Ya cuando íbamos acercándonos al complejo hotelero donde se encuentra la disco apareció otra vez la camioneta con gente armada y entonces se me hizo raro y rápidamente le hable a Ramon para ponerlo al tanto de que había federales que llevaban el mismo rumbo.
Cuando vi que se estacionaban y comenzaban a bajar los hombres armados yo me fui caminando detrás de ellos lo mas rápido que pude. Al ver que iban directo abrí fuego a varios metros antes de meterse a la disco, eso los tomo por sorpresa y los replegó por unos momentos mientras descargaba toda mi escuadra y tumbaba como a cuatro o cinco ahí en la pura entrada. Luego escape y solo escuche una o dos descargas de rifles detrás de mi que afortunadamente cesaron pronto, seguramente porque ya se había armado la tracatera ahí adentro, donde falleció el judicial Armando, muy estimado por Ramon y parte de nuestro grupo.
Ramon me contó después que cuando yo le avise de que llegaba el comando de supuestos federales el se comunico con su compadre el comandante Adolfo y este le comento que eran gente del Chapo. Eso les dio tiempo de escapar y sorprender a varios cuando apenas ingresaban a la disco. Esa noche cada quien escapo como pudo, pero Javier nunca estuvo en las manos del Chapo, como dicen versiones de periodistas. A Javier lo protegió un grupo enviado por el comandante Adolfo y pensamos que lo habían levantado.
Afortunadamente no fue así. Nunca le crean todo a los periodistas, su calenturienta mente de creerse los muy conocedores del negocio los hace contar cosas ilógicas, ingenuas y cada tontería. Bueno pero eso ya es otro tema.
Caminos de Michoacan
Circular en comando se convirtió en algo habitual después de lo de Christine.
Ahora teníamos broncas con todo mundo y Ramon andaba demasiado inquieto queriendo tomar vuelos aquí y allá para ir a buscar a la gente. Eran los tiempos de gloria del cartel, los federales estaban con nosotros en los aeropuertos de Tijuana, Guadalajara y el DF. Casi toda la semana teníamos que estar a la orden, con los uniformes y las botas que se nos proporcionaron, los AK-47 y las escuadras con sus cargadores listos, ademas de entrenar a diario.
Primero a Federico y Emilio los mando a un curso de 15 días a Líbano, cuando regresaron se fueron los Fabianes para allá y después nos toco ir a Merardo y a mi. Alfredo quiso ir pero no lo dejaron porque aun tomaba medicamentos. Sin embargo, al siguiente año se fue a Rusia con Fabian y Ramon. Pero regresando a esos días turbulentos, Ramon estaba hablando con Benjamin y Manuel en privado y salio todo alborotado: chingue su madre vamonos otra vez a Guadalajara, allá están esos cabrones, hay que partirles la madre!. Y allá vamos de vuelta, la Monica sencillamente me mando a la chingada por teléfono porque siempre cancelaba la cita con ella por motivos de trabajo.
Llegamos a Guadalajara, los federales se cuadraron con Ramon y nos dieron fusiles Galil a los cinco, eramos los Fabianes, Merardo y yo, los demás se habían quedado en Tijuana para cuidar a las familias ante una posible reacción masiva una vez que hubiéramos eliminado a varios jefes durante nuestra misión. En una hacienda de El Salto se nos sumaron cuatro federales del grupo del comandante Adolfo. Ya teníamos varios días buscando en lugares como discos, hoteles, casas, restaurantes. Ramon estaba presionando mucho a los federales porque no daban una y se acerco alguien a darnos una dirección en Zamora. Hasta allá nos fuimos en una suburban y nos paramos a una cuadra de la casa que nos dijeron, cerca de la catedral inconclusa.
Apenas nos orillamos y pum! nos tomaron por sorpresa reventando de un tiro el cristal desde atrás y otro carro nos tapo por enfrente apuntándonos. Pero mas tardaron los enemigos en abrir sus portezuelas que Fabian y Ramon en bajarse a la banqueta por el lado derecho y en un santiamén pum pum pum pum pum sus metrallas retumbaron por todo el centro del pueblo, dejando cuatro muertos con medio cuerpo de fuera a bordo de un spirit.
Dos pick ups aparecieron al instante llenos de gente armada en sus cajas y los federales nuestros abrieron fuego pero tres de ellos quedaron fulminados sobre la banqueta de cantera con sus fusiles a un lado, mientras los demás corríamos en sentido contrario. Paramos una camioneta, nosotros saltamos sobre la redila, el federal que había sobrevivido tomo el volante, pero todavía no arrancaba cuando una ráfaga lo atravesó por detrás. Valió madre! pensé yo, todos abajo de nuevo y a correr, pero ya no pudieron seguirnos porque iban ponchados y nosotros nos perdimos para siempre en las callecitas de Zamora, oscurecía y los faroles comenzaron a encenderse.
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