Por
: Gilberto LAVENANT
La “moda” política, para
determinar candidaturas a puestos de elección popular, es que ya no es
necesario que tengan capacidad o experiencia. Para nada. Basta que sean
conocidos, aunque sea por cuestiones negativas.
Prueba de ello, son los
nombres de los precandidatos a diputados federales. En los del PAN, destaca el
exalcalde tijuanense Jorge Ramos Hernández, quien contenderá por el IV
Distrito, de Tijuana, y por el PRI, el exalcalde mexicalense Francisco Pérez
Tejada Padilla, por el VII Distrito, que abarca Mexicali, Tecate y parte de
Ensenada. Ni siquiera tendrán que gastar en promocionarse. Sus muchísimos
“seguidores”, se han dedicado a publicitarlos, con lonas y en las redes
sociales.
Ni les extrañe, que ambos
personajes, tan controvertidos y “populares” lleguen a triunfar en los comicios
del próximo 7 de junio. El alto grado de abstencionismo, dicen, permitirán que
los pocos votos de los militantes de sus respectivos partidos, les den el gane.
Ni modo, muchos electores, prefieren aprovechar el día de las elecciones para
una comilona. Si hay “cheves”, mucho mejor.
En algunos casos, ante la
“flaca caballada”, los partidos políticos están recurriendo a personajes, que
son populares, por las actividades que realizan, de manera profesional, tales
como artistas o deportistas. En Tijuana, está el caso de la boxeadora
profesional Jackie Nava, quien habrá de ser postulada por el PAN, por el
Distrito VIII. Nadie le ha dicho a la valiente fémina, que los golpes de la
política, son más duros que los del boxeo. En fin, ya lo comprobará ella misma.
De cualquier forma, el
rasgo distintivo de los candidatos, en los comicios del 2015, y sin duda alguna
en el 2016, será el de la popularidad. Mala o buena, que para el caso, dá lo
mismo, ubicándose en la clasificación de “políticos”, se presume que todos son
malos. Nefastos.
Además, todo político,
supone y presume, que es popular. Que dónde se pare, arranca aplausos. Bueno, algunos
confunden, con los aplausos, por el ruido que producen, las señas groseras que
se hacen con ambas manos, para manifestar repudio. De ahí pues el equívoco.
El panista, Ernesto Ruffo
Appel, desde que fue Alcalde, y luego como Gobernador, decía que medía su
popularidad, con el “aplausómetro”. Comentaba que el entusiasmo o desinterés
con que lo recibían en un evento, le permitía saber si estaba bien o mal. A
Kiko Vega se le descompuso el “aplausómetro”, pues al inaugurar un evento de
beisbol, la rechifla que recibió, sonrojó a propios y extraños.
Digan lo que digan, el método
más confiable, para conocer la popularidad de los políticos, aunque es público
y notorio que la gran mayoría son malqueridos y un fuerte procentaje
detestados, lo son las encuestas de opinión o de preferencias electorales.
El encuestólogo Lauro
Ortiz, con su Plural.Mx, en atención a las elecciones intermedias del presente
año, realizó una encuesta, que dió interesantes resultados, en base a cuatro
preguntas.
¿Sabe usted que éste año
2015 hay elecciones para elegir nuevos Diputados Federales?
El 67% respondió que no y
solamente un 33% que si.
¿Qué tanto interés tiene
usted en las elecciones federales del 07 de junio próximo?
El 47% respondió que
poco, el 28% dijo que mucho y el 25% que nada.
Cuando hay elecciones ¿vota
usted por la persona, por el partido que representa, o por ambos?
El 40% respondió que por el
candidato,el 38% por ambos y el 22% por el partido.
¿Qué partido cree usted
que obtenga mayoría en la elección del próximo 7 de junio para diputados
federales?
Las respuestas fueron en
el sentido de que el PAN 31%, el PRI/PVEM 27%, Morena el 12%, el PRD 6%, PES,
Panal y Partido Humanista, 0% cada uno, y el 22% no supo responder.
Esto indica que PAN y
PRI/PVEM están casi parejos en preferencias electorales y que nuevamente la
triunfadora absoluta será la abstención.
Con todo y el poco interés
que generan en la entidad las elecciones intermedias del presente año, son muchos
los factores que determinarán los resultados.
Serios conflictos al
interior de todos los partidos políticos, imposición de candidatos, candidatos
de mala fama, la nula defensa de los bajacalifornianos de parte de los actuales
diputados federales, la corrupción, los conflictos de interés en los que ha
resultado involucrado el Presidente Enrique Peña Nieto, la crisis económica, la
inseguridad pública y el crímen organizado.
Para el electorado en
general, es lo mismo “el pinto que el colorado”. La esperanza de cambio, con el
foxismo en el 2010, resultó un vil fraude. Actualmente da lo mismo no votar,
que votar por los candidatos de cualesquiera de los partidos políticos.
Sobre todo, porque hoy, más
que nunca, ha destacado el cinismo de los políticos en general y las burdas
maniobras de las dirigencias partidistas para imponer candidatos, en base a
intereses de grupos.
Un sistema político cada
vez más caro, corrupto e ineficiente, aunado a un creciente desinterés de los
mexicanos por ejercer su derecho a votar. Ni aunque les den circo, maroma y
teatro.
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