Tijuana, Mexicali y Ensenada B.C. a 15 de mayo de 2017.- Ante
la ola delincuencial que ha mantenido sumergidos a los
bajacalifornianos en una sensación de inseguridad permanente; el
Presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Tijuana, Kurt Ignacio
Honold Morales; con el respaldo del Presidente de Coparmex Tijuana,
Gilberto Fimbres Hernández y del Presidente del Consejo Ciudadano de
Seguridad Pública del Estado, Juan Manuel Hernández Niebla; dieron a
conocer en Conferencia de Prensa el siguiente posicionamiento con el
respaldo de organismos de la sociedad civil y del sector académico ante
el grave problema de seguridad pública:
1. Ya
basta de reducirlo todo a una guerra entre grupos de narcotraficantes
por el control de la plaza que no afecta al ciudadano común. Ya basta de
decir que se están matando entre delincuentes y que los
bajacalifornianos vivimos tranquilos en nuestras ciudades. Eso es falso y
no aceptamos el que se siga redundando una y otra vez en esa
explicación que ya no es válida. El ciudadano común está padeciendo en
serio esta ola delincuencial. Lo que vivimos, va más allá del
narcotráfico. Vemos un incremento en asaltos a comercios y transeúntes,
robo a casa habitación, robo de vehículo, extorsiones. Está claro que en
el país, el crimen organizado desarrolla otro tipo de actividades
delictivas que van más allá del comercio de drogas y que afectan
severamente a la ciudadanía, al turismo las inversiones. Ya basta de
echarse culpas unos a otros y como coloquialmente se dice, “pasarse la bolita”.
2. Es
un hecho que estamos siendo golpeados por un conflicto entre grupos del
crimen organizado, entonces: ¿En dónde están las fuerzas federales?,
¿Qué están haciendo?, ¿Hay seguimiento a una estrategia específica con
plazos, medición y evaluación de resultados?, ¿Se está desarrollando una
labor de inteligencia para desarticular desde la raíz esta guerra de
cárteles o simplemente se actúa sobre la marcha? Nosotros nos
pronunciamos a favor de un mando único y coordinado por parte del
Ejército, que asuma el control y sea capaz de atacar la estructura del
crimen organizado, algo que por cuestiones legislativas vemos atorado en
este momento.
3. Hemos
mantenido un diálogo frontal con los legisladores bajacalifornianos que
nos representan en el Congreso de la Unión. Consideramos de fundamental
importancia que nuestros diputados federales y senadores, pongan en el
centro de su agenda como máxima prioridad el tema de las iniciativas de
reforma a Ley de Seguridad Nacional; el Código Penal Federal; la Ley
Federal de Armas de Fuego y Explosivos y las reformas y adiciones a
nuestra Constitución en materia de seguridad pública, específicamente en
el tema del mando único y mando mixto que se trabajan actualmente en la
LXIII Legislatura. No hay tiempo que perder. Este tema no puede esperar
para mañana. Otros temas de la agenda nacional podrían quedarse en sala
de espera pero este no. Es para hoy.
4. Hacemos
responsable al Congreso de la Unión del incremento en los índices
delictivos, reflejado en casi todas las entidades del país durante los
últimos meses. No es posible que estando inmersos en esta situación de
emergencia nacional, las iniciativas en materia de seguridad que fueron
presentadas desde el pasado mes de noviembre sigan estando en sala de
espera. Ya basta de estar pateando el bote. Ya basta de
tortuguismo legislativo. Hacemos un llamado a la presidenta de la Cámara
de Diputados, Guadalupe Murguía; para que se dé celeridad a este tema.
La seguridad no puede politizarse, ni someterse a agendas electorales.
5. Hemos
estado en comunicación con el gobernador del Estado Francisco Vega de
Lamadrid y con las alcaldesas y alcaldes de los distintos municipios;
reconocemos el esfuerzo y reiteramos nuestro respaldo, pero es evidente
que no ha bastado y algo está fallando en la cadena de mando. Es
inocultable que hay un engranaje que no gira adecuadamente entre el área
preventiva y la procuración de justicia. Tenemos una mano tendida,
estamos aquí para apoyar, para ser propositivos, pero también demandamos
y exigimos que cada orden de gobierno, cada instancia y cada
corporación se entregue al máximo y en plenitud en esta tarea.
6. Sabemos
que en esta lucha la palabra clave es coordinación. En las reuniones
que hemos tenido, nos ha quedado claro que entre los altos mandos hay
comunicación y disposición de coordinarse e intercambiar información. El
problema es que dicha coordinación no tiene un reflejo operativo en los
mandos medios o en quienes ejecutan las acciones. Seguimos viendo
recelos, desconfianza y juego de teléfono descompuesto entre las
corporaciones, sobre todo a nivel de tropa. Lo que queremos es que esa
coordinación se vea reflejada en la calle y se traduzca en resultados.
7. Necesitamos
más policías y más capacitados, con mejor entrenamiento y conocimiento,
cuya labor coadyuve con las áreas de administración y procuración de
justicia. También una depuración y evaluación constante de los
encargados de brindar seguridad y justicia, Policías preventivos,
agentes ministeriales, agentes ministerio público y personal
penitenciario y que los elementos depurados sean sustituidos de inmediato por nuevos.
8. Vemos
un foco rojo en materia de procuración de justicia y procesos penales.
La policía detiene delincuentes y a los pocos días están de nuevo en la
calle. El Poder Judicial en el Estado, debe redoblar esfuerzos para la implementación del Sistema de Justicia Penal Acusatorio, con
una estrategia que permita superar el gran retraso que tenemos en esta
materia, y que brinde confianza a la ciudadanía. Se tiene que dar un
mensaje contundente que demuestre que en verdad se combate la corrupción
y la impunidad en el sistema de impartición de justicia, porque en este
momento vemos que hay delincuentes que se salen con la suya. Demandamos
también que los Ministerios Públicos se comprometan plenamente en la
parte que les corresponde, que integren bien las averiguaciones y que le
den elementos a los jueces para poder garantizar que los delincuentes
se queden en la cárcel.
9. Urge
un nuevo marco normativo sólido, que fortalezca la acción de los tres
órdenes de gobierno y brinde certidumbre jurídica a la hora de combatir a
la delincuencia. Por ello, nos pronunciamos por apurar la aprobación
de la Ley de Seguridad Interior y la reforma a la coordinación de los
cuerpos policiales. La participación de las fuerzas armadas es una
realidad con la que vivimos todos los días y es indispensable que esté
regulada y controlada por un marco jurídico que proteja a los
ciudadanos.
10. Nos
pronunciamos por ciudadanizar la seguridad pública. Recordemos que la
clave del éxito en el Operativo Tijuana en 2008, fue que todos los
liderazgos ciudadanos nos involucramos sin distingos ni intereses
particulares en el tema. No se vale arrojar la piedra y esconder la
mano. Todos los ciudadanos tenemos mucho que aportar en esta lucha.
Necesitamos fortalecer la cultura de la denuncia, pero sobre todo de la
prevención. Si bien por lo crítico del momento en que vivimos, es
fundamental fortalecer el combate frontal a la delincuencia, no perdemos
de vista que la clave está en la prevención, en ir a la semilla del
problema y aquí, los ciudadanos tenemos mucho que hacer, lo mismo que
las áreas asistenciales y de desarrollo social del gobierno.
Necesitamos ir a las escuelas, a las colonias de más alto índice
delictivo hablar de frente con los jóvenes, hacerlos conscientes del
problema que vivimos. Necesitamos reforzar programas como el DARE o
respaldar esfuerzos como el Club de Niños y Niñas y las organizaciones
ciudadanas dedicadas a la prevención de adicciones, un grave problema
que amenaza la vida de nuestra juventud el futuro de nuestro estado.
No podemos exigirle al gobierno si no empezamos por nuestras casas y
aquí la clave es hablar mucho con nuestros hijos, conocer a sus amigos, a
sus maestros, saber con quién se relacionan e intercambian información
en redes sociales, sus intereses, etc. Exhortamos también a utilizar
responsablemente el número de Emergencia 911 y Denuncia Anónima 089.
11. Hacemos
un llamado a que cada quien haga su parte y asumimos nuestra
corresponsabilidad como líderes empresariales y ciudadanos
bajacalifornianos. Entendemos que todos estamos involucrados y debemos
asumir los que nos toca, pero demandamos que nuestras autoridades
prediquen con el ejemplo y agarren el toro por los cuernos, de frente,
con voluntad, sin medianías ni intereses políticos. Es en momentos como
éste, cuando debe demostrarse la fortaleza y el carácter de un
gobernante.
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