Por : Gilberto LAVENANT
Parece un absurdo, el plantear
como proyecto, reclamo o necesidad, el establecer o contar con candidatos ciudadanos.
Como si los políticos en general y los gobernantes en particular, fuesen
extraterrestres.
El concepto básico del Estado, indica
que está conformado por tres elementos, que son territorio, población y
gobierno. Los ciudadanos, para llegar al gobierno, tienen que participar en
algún partido político para ser postulados a candidatos a puestos de elección
popular. Nadie es gobernante vitalicio, aunque muchos lo parecen, pues son como
los changos, que de una liana, brincan a otra, y así casi hasta la eternidad.
Ante la desconfianza en los
políticos, y sobre todo en los partidos, que los postulan, que sirven de vía
para que lleguen al poder, pero no los vigilan, más bien los solapan o
soslayan, muchos consideran que ya es tiempo de que surjan las candidaturas
independientes, mediante las cuales puedan ser postulados, destacados ciudadanos,
que no estén contaminados por la política.
Pocos entienden, y muchos menos
son los que lo reconocen, que el problema, no son las personas en lo
individual, sino el sistema político en el que habrán de desempeñarse como
funcionarios.
Los políticos, con tantos años de
deambular entre la maleza, conocen el sistema político y tienen las habilidad suficientes,
para negociar con las diversas fuerzas o actores políticos. El me das y el te
doy, es algo común y corriente. Cuando se sabe hacerlo, cual mercaderes, no
tienen problema alguno.
Claro, las negociaciones, siempre
se centran en recursos económicos, negocios ilícitos, posiciones o cuotas de
poder. Hay que saber partir y repartir “el pastel”, y todos contentos.
No funciona así, con los
ciudadanos, desconocedores o ajenos al sistema político. Se sorprenden, cuando
escuchan hablar sobre corrupción. En su integridad ciudadana, juran que harán
todo lo posible para erradicar la corrupción. Pero algo pasa, como que el
sistema los envuelve y los obliga a entrar el tema de las negociaciones. Cierta
o falsa su participación en las negociaciones ilícitas, da lo mismo, si no son
capaces de combatirlas y evitarlas.
Prevalece lapidaria, la sentencia
aquella, que advierte : tanto peca, el que mata la vaca, como el que le agarra
la pata. Los vicios, tentaciones y compromisos de la política, pueden más que
la ética y los valores ciudadanos. Tarde que temprano se sucumbe. Salvo prueba
en contrario.
Cabe comentar, que el Dr. Jorge
Astiazarán Orcí, durante su campaña como candidato a Alcalde, se mostraba
sorprendido, porque en muchas partes escuchaba comentarios o denuncias sobre
corrupción, relativas a la administración del XX Ayuntamiento, encabezado por
el empresario priísta Carlos Bustamante Anchondo.
Sin recurrir al discurso
tronante, decía en cortito, que se empeñaría en acabar con todo eso. Al inicio
de su gestión, dió instrucciones a sus colaboradores, para que ante cualquier
irregularidad, actuaran siempre conforme a derecho. A cuatro meses de iniciada
su gestión, parece que ha cambiado de opinión. El ciudadano Astiazarán, se quedó
atrás, en la campaña electoral. Hoy, gobierna el político. Novato, pero al fin
y al cabo político.
Le favorece –según él- que el
Síndico Procurador, Arturo Ledezma Romo, no muestra intención alguna de fincar
responsabilidades en contra de Bustamante y colaboradores. Los integrantes del
XXI Ayuntamiento, se cubren bajo la sombra del argumento, de que el fincar
responsabilidades a los bustamantistas, es función exclusiva de Sindicatura.
Esto se complicó un poco más,
cuando el Alcalde Astiazarán estalló y reveló que los hermanos Ledezma Romo, lo
estaban extorsionando o chantajeando, a partir del primer día en que asumió la
alcaldía, reclamando el 50% de los ingresos ilegales del gobierno municipal,
estimados en 80 millones de dólares.
Entonces, dijo que cuando escuchaba
hablar de la corrupción en el gobierno municipal, pensaba que eran simples
leyendas urbanas, pero reconoció que ahora sabía que era una realidad. Han
pasado los días, y Alcalde y Síndico, parecen haber olvidado el escándalo
político que ambos protagonizaron. Lo asumen, como un agravio personalísimo.
Sin embargo, los ciudadanos, no
aceptan que tales episodios de la historia política tijuanense, sean simples
recuerdos o anécdotas, si no se han aclarado de manera alguna. Reclaman, que el
Alcalde explique detalladamente, el acoso y que se finquen responsabilidades en
este asunto y otros más atribuibles a la administración de Bustamante.
Como el Alcalde Astiazarán, no
reacciona y se niega a denunciar los hechos relativos al escándalo suscitado
con el Síndico, el Presidente del Grupo 100 por Tijuana, A.C., Alberto
Escourido, acudió a la Procuraduría de Justicia del Estado a hacer la denuncia.
Se sabe, que en cualquier momento, la replantearán formalmente, con todos los
detalles posibles.
A convocatoria de Escourido, se
ha iniciado la formación de un Bloque Ciudadano, con la participación de
diversas organizaciones civiles, que darán seguimiento a la denuncia del
escándalo y a otro temas de interés. El pasado fin de semana, el Foro Cívico
Tijuanense, que coordina Mario escamilla Novelo, determinó crear una Comisión
Fiscalizadora Gubernamental, a partir del tema del escándalo.
Son muchos los ciudadanos, que
traen en la mira, al Alcalde Astiazarán, dispuestos a hacerle los reclamos
correspondientes, cuya imagen y popularidad, cayó, al adoptar posturas políticas
aberrantes, que él mismo criticaba como ciudadano. Los reclamos ciudadanos,
están en espera de respuestas, que no llegan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario