sábado, 22 de junio de 2013

Palco de Prensa


                                              Las letras chiquitas.

                                           Por : Gilberto LAVENANT

Si las propuestas no funcionan, pues hay modos, sumamente “convincentes”, para lograr captar la preferencia de los electores. Bajo esta observación, el PAN ha recurrido, en el presente proceso electoral de Baja California, a la compra de votos, mediante el uso de tarjetas que comprenden diversos “beneficios”. Las “kikadas”, les llaman.


El programa de entrega de tarjetas “De la mano KONTIGO”, comprende también un tríptico, en el que además de las instrucciones para su uso, lleva impreso un mensaje de Francisco Vega de la Madrid, bajo su nombre de combate : “Kiko Vega”.

Las “kikadas”, o sea las tarjetas “De la mano KONTIGO”, están siendo distribuídas, por doquier, ya sea a través de liderezas panistas en las colonias o bien mediante brigadistas que se instalan en puntos estratégicos. 

La condición para recibir una de estas tarjetas, similares en tamaño y forma a las tarjetas bancarias, es mostrar su credencial electoral, y la promesa de “colaborar” el 7 de julio, día de los comicios. Casi les dicen : dando y dando.

Los supuestos beneficios, consisten, en indemnización, en caso de fallecimiento accidental, por $ 10,000.00 pesos. La condición es extrema y el monto reducido para los requerimientos ante una fatalidad. Pero en fin.

También abarca “servicios especializados”, en caso de que el elector no haya fallecido, tales como asistencia médica telefónica, o bien asistencia legal familiar telefónica. Las denominaciones son apantalladoras, pero son simples consultas. Nada más. Las consultas telefónicas, o sea sin ver a la persona, son como los amores de lejos, amores de tontejos.

No se indica, quien o quienes proporcionarán tales servicios, ni se garantiza la calidad de los mismos. No se precisa la cantidad de consultas, ni el monto de las mismas, aunque en una parte afirman que serán ilimitadas, “durante la vigencia de la tarjeta”, sin precisar los términos de inicio y fin de dicha vigencia.

 La oferta es engañosa. Como en los contratos de seguros, luego habrán de decir que no leyeron “las letras chiquitas”.

Así mismo, comprende llamadas telefónicas gratuitas, de larga distancia nacional e internacional “Ilimitadas”. La oferta es seductora, pero no se garantiza.

Cabe observar que aunque en lo general menciona que los servicios serán generales, establece una serie de exclusiones, que hacen ilusorios los supuestos “beneficios”, pues advierte que la indemnización no será cubierta, en casos de accidentes automovilísticos, por hechos imputables al “beneficiario” o en los que haya violado alguna disposición legal.

En pocas palabras, la indemnización se pagará, siempre y cuando el “beneficiario” haya estado al volante de su vehículo, circulando a velocidad normal o permitida, conduciendo en condiciones correctas o conforme al reglamento de tránsito, y que el accidente o daño lo provoque otro automovilista. Así cuando.

Todas las explicaciones de uso, son en letras pequeñas. De la misma forma, en la parte final aparece la leyenda : “Beneficios válidos durante la vigencia de la tarjeta”, pero no indica cuál será la vigencia. Podría ser un día, dos, o al día siguiente de los comicios del 7 de julio.

Bueno, la tarjeta en poder del columnista, tiene una leyenda, en letras chiquitas, obviamente, en donde se indica : “vence 30/jun/2013”.

Y si alguien pretende hacer alguna reclamación, cabe observar que se señala un número 01 800 para obtener “información de uso y beneficios del programa” a un supuesto centro de atención telefónica, con una advertencia en letras aún más pequeñitas, que solamente se pueden leer con una lupa : “esta no es una tarjeta de crédito, ni débito. Es personal e intransferible. Su uso se rige por el contrato respectivo”.

Seguramente, el contrato ha de estar redactado en letras aún más pequeñitas, como suele ocurrir.

Lo más importante, y delicado, es que si bien es cierto que en la parte frontal de la tarjeta, asparece el logo que utiliza el panista Kiko Vega, en su campaña, consistente en un círculo de colores y al centro una mano extendida, no menciona el nombre de la persona o empresa que las expide y por lo tanto a quienes se pueden hacer reclamaciones.

Mucho menos indica algún domicilio o teléfono al que se pueda dirigir el “beneficiario”, para el caso de alguna reclamación. Pudiese ser, que luego Kiko o la Alianza Unidos por Baja California, salgan que ni las conocen, que seguramente –por supuesto los priístas- las mandaron imprimir y las distribuyeron, para hacerlos ver mal. Que es parte de las “campañas negras”.

Estas “kikadas”, son algo así como los ungüentos milagrosos que venden los merolicos, que supuestamente curan todo, y que a la hora de la hora, no sirven para maldita la cosa.

Bueno, pero al panista Francisco Vega de la Madrid, y a la Alianza Unidos por Baja California, les han de estar sirviendo de mucho, pues las están utilizando para engatuzar a la gente. De manera concreta, para comprar votos, ofreciendo “beneficios ilusorios” a base de “letras chiquitas”.

Decía un colega, que lo que Kiko debió haber hecho –le pasamos el tip- es ofrecer descuentos de intereses en las cosas que empeñen en sus negocios. Hubiesen resultado más atractivas y reales. No cabe duda, estas tarjetas “Kontigo”, son una mera vacilada.

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