REFLEXION
Con motivo
de la firma de la instalación de la Comisión Plural de Preservación del Entorno
Político de Equidad y Competencia del Pacto por México para Baja California, se
han discutido aspectos fundamentales de forma y sustancia sobre los compromisos
que habremos de asumir los participantes, para que la actual jornada electoral
se desarrolle con apego a legalidad.
Desde un
principio hemos puesto en la mesa, posicionamientos claros sobre la forma en
que la autoridad estatal, ha estado inmerso en el proceso electoral, impulsando
acciones que burdamente desequilibran y cargan los dados en favor de un partido
y candidato, contrario a el propósito primordial del Pacto por México.
En la firma
del Pacto por nuestro Presidente Enrique Peña Nieto, los representantes de
Acción Nacional y de la Revolución Democrática, han condicionado su
participación y acompañamiento, a que el Presidente y el Gobierno Federal a
través de sus delegaciones, se salgan de las elecciones en los estados,
aspectos que se ha cumplido cabalmente y cuando no ha sido así se ha derivado
en sanciones y despidos.
Nosotros
hemos pedido desde inicio de la firma del Pacto, lo mismo del Gobernador José
Guadalupe Osuna Millán y hemos demostrado ante las instancias correspondientes,
su incumplimiento; una y otra vez, la imagen del gobernador tristemente se ha
debilitado, por su obcecada tendencia a influir en el voto con recursos de los
ciudadanos.
Los ejemplos
son varios, compra extraordinaria millonaria y entrega de despensas en tiempo
electoral, estrategias publicitarias gubernamentales para influir en el voto
disfrazadas de campañas institucionales; complaciente hasta rayar en cómplice
por ser omiso ante las campañas negras que denigran y enturbian el entorno
electoral.
Participación
en eventos públicos a favor del candidato de la Alianza Unidos por Baja
California “en días de descanso” pero sin dejar su investidura de gobernador;
pronunciarse él y sus subordinados, utilizando recursos públicos, contra el
spot donde claramente el expresa, no su apoyo al candidato, sino el
reconocimiento al entonces diputado federal por su responsabilidad y compromiso
por Baja California.
El abuso y
descaro lo presentan los medios el día de ayer, cuando estos dan cuenta de cómo
Osuna Millán declara en contra del candidato a gobernador de la Coalición
Compromiso por Baja California, en una postura claramente cobarde, para reparar
los platos rotos que provocaron al interior de acción nacional, sus palabras de
alabo al profesionalismo de Fernando Castro Trenti.
Que podíamos
esperar de la autoridad estatal y de sus acciones y políticas de gobierno
mediocres y cortoplacistas, cuando el que las encabeza no tiene el temple ni el
valor para sostener la palabra ante los ciudadanos que gobierna. Esto me hace
reflexionar sobre la poca entereza e integridad tienen los hombres de frágil
palabra.
Un día
investido en el honorable cargo de Gobernador Constitucional de Baja California
expresa de cara a los ciudadanos, palabras de reconocimiento al valioso trabajo
y profesional de un servidor público que pone el interés de Baja California por
encima de partidos y colores; y al otro día disfrazado de botarga electoral, no
solo se desdice argumentando que su dicho fue solo “Cortesía Política”, sino
que expresa opiniones que insinúan un descrédito a la misma persona que con
desmesura se deshizo en alabanzas zalameras.
Pero bueno,
que podemos esperar de los políticos cuando la madera que los edifica, no es de
una sola pieza, sino de pura astillita.
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