TIJUANA.- Dormida bajo los efectos de un sedante, encontraron a la niña Natalia Hernández Hernández, de 8 años, reportada como desaparecida en Mesa de Otay.
La encontraron privada de la libertad en la casa de la enfermera Blanca Esthela Smith Tema, de 47 años, ubicada en la calle Estudiantes número 221 en la colonia Otay Universidad.
Agentes de la Policía Ministerial de Oriente encontraron a la infante el martes pasado alrededor de las 23:00 horas, dos horas después de que la Subprocuraduría de Justicia en Tijuana lanzó una pesquisa para localizarla.
La enfermera, quien es hermana de un juez civil de Tijuana, se la llevó a su casa con la intención de pedir un rescate de 10 mil dólares, aunque no lo consiguió, explicó Sergio Lagunas Jiménez.
El Director de Averiguaciones Previas de la Subprocuraduría de Justicia en Tijuana detalló que la presunta responsable es amiga de la familia de Natalia desde hace unos cinco años.
Sospechaban un taxista estaba vinculado en el caso, pero hasta ayer no existían evidencias sólidas, indicó el funcionario.
Esthela Smith será procesada por los delitos de corrupción de menores y privación ilegal de la libertad, porque no se consumó el secuestro.
La enfermera se llevó a la menor a la panadería, pero argumentó que se negó a entrar por tener puestos unos huraches y se regresó con sus papás.
“Pasa unos 30 minutos, cuando (Blanca Esthela) regresa al negocio de los padres y argumenta que la niña se había regresado minutos antes”, indicó.
Tras descubrirse que todo era falso, confesó tenía a la niña en su casa, a donde acudieron los policías ministeriales a rescatarla.
“La menor se encontraba bajos los efectos de medicamento controlado. Se encontró sedada. Ya se realizaron los exámenes toxicológicos y salió positivo en benzodiazepina”, detalló.
La intención de la enfermera de un hospital privado en Tijuana, “era pedir un rescate a los padres por la cantidad de 10 mil dólares”, expuso.
En un principio la acusada trató de confundir a las autoridades, al inventar que dos hombres la amenazaron para privar de la libertad a la menor.
Lagunas Molina consideró el plagio se dio porque la mujer sabía que la familia tenía recursos, pues incluso hace unos días le hicieron un préstamo.
PIDE CÁRCEL
La niña Natalia llegó a la Agencia del Ministerio Público de Oriente a declarar sobre la privación ilegal de la que fue objeto de parte de la enfermera.
Llegó a las 12:20 horas a las oficinas en el interior de un vehículo particular, escoltado por agentes de la Policía Ministerial.
Su papá la cargó y detrás de ellos iba caminando su mamá Aracely Hernández. Por más de dos horas estuvieron con las autoridades.
Al salir de las oficinas, el papá declinó hablar, aunque la señora Hernández exigió a las autoridades “que (la enfermera) pague con cárcel lo que hizo”.
A consecuencia del medicamento controlado que consumió la niña empezó a vomitar. Luego tuvieron que hospitalizarla la madrugada de ayer en el Hospital General, donde la dieron de alta por la mañana. Sus padres son comerciantes en la ciudad.
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