martes, 14 de febrero de 2017

POR AMOR AL UNIFORME EL ORGULLO Y LA SATISFACCIÓN DE “PROTEGER Y SERVIR”



EJEMPLO DE TENACIDAD, VALOR Y SUPERACIÓN PERSONAL LIC. RAÚL PAREDES ESQUER





Por Fausto Martínez 
QPBC PLAYAS DE ROSARITO.- Pertenecer a la corporación de policía es uno de los empleos más ingratos y difíciles, poco atractivo para las nuevas generaciones de jóvenes sin valores que en la actualidad se encuentran influenciados más por la “Narco Cultura” y la ilusión del dinero fácil.

Esta es un carrera que exige una alta vocación de servicio, temple y valor en cada uno de sus elementos  por eso lo convierte en uno de los empleos menos comprendidos el de pertenecer a la corporación policíaca como elemento de Policía. 


Delicada labor que no cualquiera puede desarrollar honestamente y como debe de ser apegado a la Ley, actuando con eficacia a la hora de la aplicación de la fuerza,  anteponiendo el total  respeto a las garantías individuales, y a los derechos humanos.
Derechos fundamentales de los que gozamos todos los mexicanos.  Mismos que fueron plasmados en el artículo 1° de nuestra Carta Magna, La constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que versan sobre la libertad, seguridad, igualdad y propiedad.


El trabajo de un agente de Policía exige una gran vocación, dado que se trata de una profesión de entrega constante, de un profundo compromiso social que no se toma vacaciones. Tal como ocurre con una pasión artística, un buen policía no se desconecta de su responsabilidad cuando se encuentra fuera de su horario de trabajo; su sed de justicia lo acompaña las 24 horas del día, los 7 días de la semana de toda su vida.


Por eso un buen elemento aunque este fuera de servicio o ande de civil,  y se encuentre con la comisión de un delito, nunca se acobarda automáticamente actúa en pos de la aplicación justicia y la salvaguarda de personas inocentes tomando la mejor decisión dependiendo de la situación.


En el Policía existen ciertos rasgos de la personalidad que forman parte de los requisitos de un candidato a policía, como por ejemplo un fuerte autocontrol que permita la resolución de situaciones extremas, una gran tolerancia, un interés genuino por el prójimo y sus problemas y la empatía suficiente para generar confianza y seguridad en quienes acuden a él. Asimismo, se espera que un buen agente cuente con una buena formación académica y que posea una moral inquebrantable.


El estrés puede convertirse en el peor enemigo de un policía, y es importante conocer esta posibilidad antes de decidirse por esta profesión. Pasar muchas horas en la vía pública, tolerando eventuales insultos y provocaciones, soportando el calor y el frío, debiendo responder siempre con respeto y simpatía a las preguntas de cualquier persona, sin importar su nacionalidad, su sexualidad, su religión o su estatus social, son algunas de las características del día a día de un oficial.



Para convertirse en un agente de policía es necesario superar una serie de pruebas, físicas, mentales así como teóricas que hace más eficiente la selección de cadetes de academia donde se eligen a los mejores perfiles que después se gradúan de oficiales de policía. 


Dado el poco respeto que en muchos países se siente por sus cuerpos de policía, en parte alimentado por la corrupción y la manipulación de la verdad, existe una idea generalizada de que los policías son personas ineptas y desalineadas, que pasan el día leyendo el periódico y bebiendo café.


Sin embargo, dejando los casos excepcionales a un lado, existen miles de jóvenes que se preparan a conciencia, en varias disciplinas como el caso que nos ocupa, que entrenan duramente y que dejan atrás su vida personal para entregarse de lleno a la protección de sus conciudadanos. 


Los policías salen de su casa al servicio pidiéndole a Dios sabiduría y ayuda para ser justos sin saber si van a volver, arriesgan la vida día a día haciendo su noble labor de “Proteger y Servir” para salvaguardar la paz y la tranquilidad de la ciudadanía sin esperar nada a cambio.

Muchas veces la sonrisa de alguien agradecido o sabe que se ha ayudado a alguien es suficiente para el buen elemento policiaco, alimenta su alma y se arma de más valor para seguir adelante con su difícil labor.


Como el primer contacto del gobierno con el ciudadano, ser policía no es cosa fácil,  y mantenerse en servicio por años sin sucumbir a la corrupción es aún más difícil.


En todas las corporaciones llámese Federal Estatal o Municipal existen muchos policías corruptos que ven en el uniforme una manera extra de hacer dinero.  


Se doblan y hasta se llegan a unir al crimen tomando malas decisiones, mayormente por los sueldos raquíticos, sin beneficios, que el propio gobierno les otorga, más en estos tiempos de violencia extrema donde los propios gobiernos se declaran rebasados por el crimen organizado hace más difícil que los jóvenes tomen esta carrera en serio como una buena opción de vida.


Por esto es importantísimo educar a nuestros hijos los valores humanos, y enseñarles que los policías son los buenos, que son los amigos de la gente de bien y al gobierno debería de interesarle más como estrategia contra el crimen, reconocer a los buenos elementos de carrera que se esfuerzan día a día por dignificar a la corporación y recuperar la confianza de la ciudadania.

El  Lic. Raúl Paredes Esquer, es Licenciado en Derecho Penal, además cuenta con la Licenciatura en Seguridad Pública, cursó la Maestría en Derecho Penal y Política Criminal e inicia sus estudios para obtener la Maestría en Seguridad Publica y Políticas Publicas, mismo que ha ocupado varios cargos importantes dentro de la policía municipal en varias administraciones del quinto municipio de Playas de Rosarito.


Reconocido por Importantes Agencias Gubernamentales de Seguridad  en EU así como expertos Nacionales e Internacionales en materia de Estrategias Policíacas y Seguridad Pública. La ciudadanía del quinto municipio de Playas de Rosarito cuenta con un calificado servidor público, respaldado por el trabajo realizado en seguridad, por lo tanto es una satisfacción  y  un honor saber que existen policías que respetan y valoran su trabajo, que se esfuerzan día a día por dignificar y cambiar la mala imagen de la corporación ante la sociedad, trabajando honestamente y con valor, dando ejemplar muestra de superación y vocación de servicio a los jóvenes de las nuevas generaciones que quizá algún día decidan experimentar la satisfacción de “Proteger y Servir” uniéndose a la fuerza pública.


A eso se le llama “Tenerle Amor al Uniforme”.

¡En hora buena!

Con extractos de Definición de Policía

Referencias:

Autores: Julián Pérez Porto y Ana Gardey.

Definición de policía (http://definicion.de/policia/)

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