Por.-
Alfredo Calva
Reunión de
comerciantes
Cuando un
gobernante no escucha de manera sistemática las voces discordantes de los
ciudadanos, generadas por la aplicación incorrecta o indebida de acciones que
lastimen el interés común y por ende, afecten la vida pública, la sordera
gubernamental solo puede desembocar en un solo punto, la confrontación.
El alcalde
rosaritense, Silvano Abarca Macklis, se encuentra en el umbral de una
confrontación directa con integrantes de los sectores productivo, comercial y
residencial, que se encuentran radicados y asentados en la zona de mayor
actividad de estos, conocida como sector 1 de la zona Rosa Rito, por su empecinamiento de colocar en ella
parquímetros electrónicos para el usufructo compartido con una empresa privada
de 2760 cajones para estacionamiento vehicular.
Los
inconformes a la imposición pretendida de Silvano, lo fundamentan en algo
simple, la situación económica de Rosarito no es buena, si bien es cierto que
empieza a tener una ligera recuperación después de casi una década de recesión,
en la actualidad solo sería un inhibidor para los radicados en la zona y los
potenciales clientes la colocación de los parquímetros.
Sin embargo,
la caprichosa y retadora razón del primer edil para la ejecución de un proyecto
cuyo origen se encuentra cimentada en la corrupción, es el de dar ordenamiento
y control en la circulación y estacionamiento vehicular de la zona, sin
considerar ningún detalle técnico, administrativo y financiero, prevaleciendo
solo las opiniones de quienes tienen el interés económico de lograr sustanciales
prebendas con la implementación de la acción, entre ellos algunos regidores
encabezados por el representante del PRD, Max García.
Es tal la
ambición de los implicados directos, los indirectos son aquellos funcionarios a
quienes se les exige que vayan elaborando las factibilidades a modo para dar
sustento ¨oficial¨ al proyecto con tufo de corrupción, no les permite observar
la barbaridad jurídica que quieren cometer.
Fingiendo
que se desconoce que ya existe una concesión en ese sentido otorgada en la
administración municipal de Antonio Macías, y ratificada durante el gobierno de
Hugo Torres.
Que si bien, en la gestión de Javier Robles, se hizo el intento de
ejecutar la concesión al colocar la empresa algunos aparatos, el gobierno
municipal los detuvo y obligo a su retiro, lo que finalmente termino en una
demanda judicial, que hasta el momento se desconoce su estatus jurídico.
Y corroboran
con sustancial alegría los acuerdos corruptos en los que se encuentra asentado
el ingente deseo de implementación por parte de Silvano Abarca y asociados, por
su intencionalidad de otorgar la concesión de forma directa a la empresa
INVERTRAN S de R.L. de C.V., violando los requerimientos existentes en
reglamentación para tales efectos.
Y, en ambos
aspectos se desconoce hasta el momento, por no existir declaración alguna sobre
el tema, la postura del Síndico Procurador, Tomas de la Rosa.
En ambos
bandos la actividad es intensa, mientras los futuros afectados se reúnen para
concertar acciones de protesta y defensa, en el ámbito gubernamental, el
regidor Max García y su asesor de cabecera se entrevistan con los
representantes de la empresa INVERTRAN para conocer de los aspectos técnicos de
los aparatos que se intenta instalar, pero en especial, para establecer el mecanismo
de cobertura económica de los altos costos que tendrán el edil y su consultor,
durante el arduo proceso de consenso y convencimiento entre los regidores que
no se encuentran convencidos de las bondades del proyecto lo que podría
traducirse en votos negativos en el cabildo y por ende, de su no
implementación.
Tal parece
que el asunto no tendrá buen fin, los sectores que se sienten futuros
afectados, tienen la firme convicción de no permitir la imposición
gubernamental, buscaran todos instrumentos legales que están a su alcance, que
son muchos, para impedir la realización del capricho de Silvano Abarca.
Por su
parte, el alcalde Abarca ha externando públicamente su intención de colocar los
parquímetros en la zona con el objeto de dar orden al tránsito vehicular e
ingresos económicos a las arcas municipales, con una clara advertencia a los
opositores que no lo podrán impedir y que no le van a ganar.
Ya lo
veremos.
Esto apenas
inicia.
Ironía………..
Es que, un
¨acérrimo partidario¨ de la democracia diga que, los partidos políticos son
insustituibles.
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