Por :
Gilberto LAVENANT
Sin duda alguna, todos
coinciden en que el origen o base de la problemática social, lo es la falta de
valores. Los niños y jóvenes, ya no respetan a sus mayores. No respetan a sus
padres, ni a sus maestros. Por su parte, muchos de los adultos, no respetan a
nadie. Ni a niños, ni a mayores. Ni a hombres, ni a mujeres.
Los legisladores locales,
se acaban de percatar de ello. ¡Enhorabuena! Seguramente han de pensar, que
descubrieron “el hilo negro”. Lo más interesante, es que, ingenuamente, creen
que es un problema fácil de solucionar. Si lo que falta son valores morales, pues
hay que dotar de dichos valores a los
políticos, que son los más nocivos.
Un boletín de prensa, surgido
este viernes de la Legislatura Estatal, refiere esto, que podría considerarse
como una “Misión Imposible”. No como las fantásticas películas norteamericanas,
bajo esa denominación, desarrolladas en el ámbito de la ciencia ficción, pero
no por ello menos fantasiosa.
¿Lo pueden creer? ¿Que
por mero decreto, se dote de principios éticos a los políticos? O sea, que por
ley –para el caso que les hacen- deben ser honestos, evitar hacer cosas nocivas
o malas para los gobernantes. No robar, no mentir, no tranzar, desquitar el
dinero que perciben. Esa es la “Misión Imposible”.
En el comunicado, se da a
conocer que “en la máxima tribuna del Estado, el diputado panista refirió que
la ética, como disciplina teórica, versa sobre un marco de reflexión ideal para
que todo ser humano tome decisiones de acuerdo al criterio de aquello que es
correcto y justo”.
Que se sepa, los políticos,
y en este caso los legisladores, no manejan esos parámetros, de “lo correcto y
justo”. Para ellos, se trata de atender o respetar los lineamientos y consignas
partidistas y el lograr el máximo beneficio personal, sin detenerse a pensar si
algo que hacen, es incorrecto o injusto. La mayoría de ellos, por no decir que
todos, son amorales. No hay en sus cerebros –los que lo tienen- valor alguno.
Algunos de los que se
encontraban en el recinto legislativo, sorprendidos, por lo que decía el
inicialista –así se le dice a quien presenta una iniciativa de ley- seguramente
cuestionaban : ¿Y éste, de cuál fumó? Y respecto de la ética, se cuestionaron a
sí mismos : ¿Y eso, con qué se come?
Pero las cosas no pararon
ahí. Engolando la voz, el diputado Alvarez, siguió con su rollo : “Estamos convencidos que en nuestro Estado, el
servidor público debe ser un promotor de valores y principios en la sociedad,
basado en una cultura de transparencia, honestidad y objetividad en el
desarrollo de actitudes y compromiso consigo mismo, con la sociedad y con las
instituciones a las que representa”. ¡Ufff…! Difícil de digerir.
Nadie lo dijo, pero seguramente
varios supusieron que el legislador, acababa de acudir a un servicio religioso
y que “le lavaron el coco”.
Consciente de que “se había
elevado demasiado” y que seguramente más de uno, no le entendió, explicó que “la
ética no sólo está vinculada con el ámbito personal, sino también con el
público. Por ello consideramos muy importante la creación de un marco normativo
que describa y desarrolle ampliamente la ética y los valores que se deben
practicar en el contexto del servicio público, en el entendido de que el factor
humano en la función pública es una de las partes más importantes de la
relación del Estado con la ciudadanía”. Menos le entendieron.
Más adelante, comentó que “en la
actualidad, los funcionarios o servidores públicos de los tres órdenes de gobierno
se encuentran obligados a respetar y salvaguardar los principios de legalidad,
honradez, lealtad, excelencia, profesionalismo, objetividad, imparcialidad y
eficiencia, y para asegurar este servicio, los entes gubernamentales aplican
medidas técnicas y de control, pero hace falta implementar valoraciones sobre
la actuación del servidor público desde los principios éticos que rigen su vida
y su comportamiento”.
Luego observó, que : “Esto ha
incrementado la desconfianza de los ciudadanos en los empleados públicos, con
las correspondientes repercusiones negativas, respecto de la transparencia en
la rendición de cuentas del gobierno y de las instituciones que
representan”. Totalmente claro. Como dicen los panistas : ¿A poco no?
Pero no crean que Alvarez es el único
que trae este rollo. La propuesta la hizo a nombre de las fracciones del PAN,
PEBC y PRD. Y tampoco es un invento de los legisladores de dichos partidos políticos.
La Administración Pública Federal, emitió, el 25 de julio de 2002, el Código de
Ética de los Servidores Públicos Federales. El diputado panista considera necesario, que un mecanismo similar
pueda incluirse en el marco normativo estatal para hacer más específica su
aplicación.
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