Por.- Alfredo Calva
Es triste ver como personajes
de la vida política en activo hacen suyos sin rubor alguno, resultados de
acciones y trabajo correspondientes a otros funcionarios, intentando con ello
detener la degradación de su imágen pública por su mala reputación y peor desempeño
con honorabilidad y competencia.
Un claro ejemplo de lo
anterior, es nada menos que el alcalde de Playas de Rosarito, Silvano Abarca
Macklis, quién, sin vergüenza alguna -que en término coloquial significa
cinismo- se arroga las obras de infraestructura deportiva que se han, y se
están realizando en su administración,
como un logro personal, como una ardua labor de cabildeo y gestión ante
la Comisión del deporte de la cámara baja del Congreso de la Unión, y en la
CONADE (Comisión Nacional del Deporte).
En cada ocasión que se le
presenta la oportunidad, que generalmente es en la inauguración de las obras en
cuestión, el alcalde rosaritense en su
estilo rupestre de ejercer el cargo, presume a los escuchas de la ocasión, que
la obra en ese momento puesta en marcha es producto de su trabajo y gestión
ante las instancias federales.
Es lamentable y fuera de toda
ética política, que el primer edil
engañe a quienes acuden a los eventos de inauguración de las obras de
infraestructura deportiva y salude con sombrero ajeno, la humildad en la
política no es sinónimo de debilidad, al contrario, nada le pasara con que le
de mérito a quién, cumpliendo con su
trabajo y responsabilidad, ha hecho posible la inyección de recursos económicos
para que su gobierno ejecute obras, la diputada federal, Mayra Robles Aguirre.
De obviedad resulta el
resquemor de Silvano a lo que no puede ocultar y que forma parte de su
realidad, no puede negar los hechos, las obras que en su administración se han
ejecutado hasta el momento, han sido gracias al trabajo de gestoria de priistas
en cumplimiento de sus responsabilidades y por las cuales se les paga, al igual
que él, que se encuentra obligado a que
las obras se ejecuten en tiempo, forma y con la mejor calidad posible,
obligación que por cierto, por la que
también se le paga.
Ya es tiempo de que Silvano
Abarca se deje de adjudicar logros ajenos, ya es hora, de que alguno de los
inutiles 'asesores' que tiene y que cobran por hacer nada y pululan a diario en
la oficina de la presidencia, le haga entender lo equivocado de su proceder,
situación que se vislumbra casi imposible dada la cerrazón del primer edil y
cambie su actuar y se dedique a llevar a efecto sus obligaciones con la mayor
transparencia, efectividad y probidad que le sea posible.
Si le es....
Discurso demagógico...
La orfandad de talento y
capacidad política, y la ausencia de asesores no le permiten ver a la diputada
local priista Laura Torres, que la perorata que maneja en los eventos que
organiza y que la mayoría ignora, son remedos de los gastados y añejos
discursos demagogos priistas de los años setentas, en los cuales, el político
en turno intentaba hacer sentir a sus escuchas que él era una deidad a la que
deberían agradecer eternamente los dones que les entregaba, como si estos
vinieran de su dinero y no de los recursos públicos, y que además es una obligación ejercer para
el bien de los ciudadanos, deber por el que cobran y demasiado bien.
Extraviada la dama...
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