Palco de Prensa La fábula de la ratonera.

                                         Por : Gilberto LAVENANT

Este miércoles, 27 de agosto, el Foro Cívico Tijuanense, A.C., que coordina Mario Escamilla Novelo, entregó al C.P. Juan Manuel Hernández Niebla, la presea al Mérito Cívico Ciudadano 2014 “Profr. Miguel Rodríguez Arreola”, denominada así en honor del fundador de la organización.

El Foro Cívico, fundado en 1980, cada año hace un reconocimiento a la persona que sus integrantes consideran tuvo una destacada participación social. En esta ocasión correspondió a Hernández Niebla, expresidente del Centro Empresarial de Tijuana –Coparmex- y actualmente Presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana.

El reconocimiento fue, debido a que el homenajeado ha tenido una destacada participación,  al frente de organismos empresariales. Juan Manuel, ha sido combativo en contra de las medidas gubernamentales centralistas, que han resultado nocivas para la economía de esta zona fronteriza, como lo es la homologación del IVA.

Fue uno de los promotores del amparo masivo, en contra del incremento de la tasa del IVA, del 11% al 16”, que aún está pendiente de resolverse en los tribunales federales, y que tantas expectativas generó entre los fronterizos.

Los ahí presentes, se sorprendieron, cuando el homenajeado, al hacer uso de la palabra, para agradecer el reconocimiento, empezó su exposición, con la fábula de “La ratonera”.

Algunos, quizás pensaron que se trataba de una simple broma. Aunque el programa del evento no fue precisamente rígido, les ha de haber parecido de buen gusto, el que Hernández Niebla iniciara con algo jocoso.

Total, el homenajeado empezó su exposición.   

-Un ratón, mirando por un agujero, ve a un granjero y a su esposa, abriendo un paquete.

-Pensó : ¿qué tipo de comida podría haber allí?

-Quedó aterrorizado, cuando descubrió que era una trampa para ratones.

-Fue corriendo, al patio de la granja, para advertir a todos : ¡Hay una ratonera en la casa!

-La gallina, levantó la cabeza y dijo : -“Discúlpeme Sr. Ratón, pero yo entiendo que este es un gran problema para usted, más a mí, no me perjudica en nada”.

-El ratón fue donde el cordero y le dijo : ¡Hay una ratonera en la casa! El cordero contestó: “discúlpeme Sr. Ratón, pero no hay nada que yo pueda hacer. Cuando mucho, rezar por usted”.

-El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le respondió : “¿Pero acaso estoy yo en peligro?, pienso que no”, dijo la vaca.

-Entonces, el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar la ratonera del granjero.

-Aquella noche, se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima. La  mujer del granjero corrió para ver que había pasado.

-En la obscuridad, ella no vió, que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente, veloz, mordió a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella regresó a casa, con fiebre.

-Todo el mundo sabe, que para reconfortar a alguien con fiebre, no hay nada mejor que un nutritivo caldo de pollo. El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal : la gallina.

-Como la enfermedad de la mujer continuaba, amigos y vecinos fueron a visitarla. Para recibirlos adecuadamente, el granjero mató al cordero.

-La mujer no mejoró y acabó muriendo. El granjero entonces vendió la vaca al matadero, para cubrir los gastos del funeral.

Entonces, el homenajeado, por aquello de que algunos no le hayan entendido, les observó que : “esa fábula nos muestra claramente la necesidad que tenemos, como habitantes, de participar, la necesidad en particular de levantar la voz, cuando las políticas gubernamentales no son acordes al bien común”.

Explicó, que en los principios de la doctrina social cristiana, característicos de Coparmex, se enmarcan cuatro principios básicos de participación ciudadana : el respeto a la dignidad humana, la búsqueda del bien común, la subsidiariedad u orden social, y la solidaridad, preocupándose siempre por el bien de los demás”.

“En resúmen –dijo- lo que es bueno para Tijuana, para Baja California y para México, es bueno para todos, sin importar si nos afecta, directa o indirectamente”.

Luego concluyó con una exhortación a todos : “Es por eso, que yo los invito a participar, a exigir y a proponer, desde la plataforma que más les agrade, aquella asociación u organismo que se identifique con su personalidad y principios”.

Obviamente, Hernández Niebla, apoyado en la fábula de “La ratonera”, trató de externar las frustraciones que padeció al buscar la solidaridad de los tijuanenses, cuando, junto con otras personas, se dedicó a promover el amparo -que finalmente presentaron- en contra de la homologación del IVA y que simplemente respondían : “el IVA, a mí, no me afecta”.

Seguramente, si a cada tijuanense, ciudadano, trabajador, empresario, Juan Manuel hubiese tenido oportunidad de citarles esta fábula, como en esta ocasión ocurrió, muchos, visiblemente sorprendidos, habrían preguntado : ¿Qué acaso nos vió cara de ratones, gallinas, corderos o vacas? Y se volverían a colocar su concha de apatía y desinterés, cual caparazón de tortuga. Suele ocurrir, pensar que lo que daña a otros, a nosotros no.