Seguramente a
muchos les ha pasado, que de pronto, en la bandeja de entrada de sus correos
electrónicos, encuentran un mensaje, sumamente atractivo y sorprendente : “Lo
felicitamos, usted ha resultado ganador de un premio por un monto de $ 500
mil dólares”. A todo mundo seduce la idea o posibilidad de ser el suertudote,
de lograr un importante premio, sin comprar boleto.
Generalmente, es
una estrategia para engañar incautos. Quien se atreve a tratar de indagar, la
presunta realidad de tan espectacular noticia, se topa con una parte de
supuestas instrucciones, que deben seguir y que al final de cuenta les
convierte en víctimas de pillos, que hacen múltiples marrullerías con la
información proporcionada por el inocente en turno.
Un método similar
utilizan los promotores de eventos, de supuestos reconocimientos a
funcionarios públicos, desde Gobernadores, Senadores, Diputados Federales, Diputados
locales, Alcaldes, Síndicos y Regidores, a quienes hacen creer que, después
de una evaluación entre una enorme cantidad de prospectos, fueron
seleccionados como los mejores en sus respectivas áreas, aunque en muchos
casos son lo peorcito o no tienen mérito alguno.
El pasado 19 de
julio del año en curso, bajo el título de “Las inocentadas”, apuntaba que
tradicionalmente, el 28 de diciembre, con motivo de la celebración del “Día
de los Santos Inocentes”, es común hacer bromas, diciendo mentiras, como si
fuesen verdades. Y decía, que aquellas personas que olvidan o no recuerdan la
fecha de la celebración, son sorprendidas y creen que es cierto lo que les
dicen, hasta que el interlocutor les saca del engaño, con la frase: inocente
palomita que te dejaste engañar…”.
El columnista
comentaba, que muchos caen en el engaño y tardan en percatarse que se trata
de simples mentiras. De bromas. Que a éstas, dada la celebración, se les
conoce como “inocentadas”.
Entonces, señalaba
que, en esa semana, había circulado una noticia, que podría ser considerada
como una “inocentada”, salvo el hecho de que aún no era 28 de diciembre. El anuncio
consistió, en que el síndico procurador del XXI Ayuntamiento de Tijuana,
Arturo Ledesma Romo, recibiría el Premio Nacional Tlatoani 2014, “en
reconocimiento a su destacado trabajo en la solución de la problemática
ciudadana”.
Parece broma, decía
el columnista, pero aclaraba que no lo era. Ni tampoco una “inocentada”. Que
no importaba, pero que se valía reír. Jajaja…jajaja….jajaja…jajaja…jajaja. Y
citaba las múltiples razones por las cuales no se podría dar un
reconocimiento al Síndico, Ledesma Romo.
Pues deben saber,
que los promotores del Tlatoani, anduvieron en Baja California, “pescando incautos”.
Además del Síndico Procurador, y el Tesorero del Ayuntamiento de Ensenada, que
se tragaron “el anzuelo”. Seguramente se sentían “soñados”, que por primera
vez en la vida recibirían un reconocimiento, aunque fuese una simple vacilada.
El Regidor del XXI
Ayuntamiento de Tijuana, el cetemista Francisco Hernández Vera, confió al
columnista, que también a él lo trataron de embaucar e incluso mostró la
serie de mensajes con los que le estuvieron bombardeando para convencerlo.
“! Felicidades ¡…Estas
nominado al Premio Nacional Tlatoani 2014 “Mejores Regidores de la República Mexicana”,
fue el primero que recibió, el 13 de febrero de 2014. No niega que, de
entrada, le sorprendió. A cualquiera seduce la posibilidad de recibir un
premio, sobre todo si es de un evento de corte nacional. Parecía que le
decían ¡Suertudote! Te sacaste el premio mayor de la lotería, sin comprar
boleto.
La cadena de mensajes
se sucedió de manera constante, para explicarle en qué consistía el premio,
quienes eran los organizadores, quienes estarían presentes en el evento y la
fecha en que recibiría el premio, a que supuestamente se había hecho
acreedor.
Recibió otro mensaje
el 21 de febrero y otro más el 12 de marzo. En este último le decían : ¡Felicidades…El
Premio Nacional Tlatoani 2014 “Mejores Regidores de la República Mexicana”,
es tuyo!
Como el Regidor
Hernández Vera, no daba respuesta a tan tentadora propuesta, el 25 de marzo
le enviaron un mensaje especial, para presionarlo : “Asunto : ¡FECHAS
LIMITES! Gracias por confirmar, recibir tu Premio Nacional Tlatoani 2014, a
los Mejores Regidores” y le daban a conocer que la entrega de premios sería
el 11 de abril, en el Hotel Camino Real, de la Ciudad de México.
Además, le
explicaban que la institución organizadora, IMDE, Instituto Mexicano de
Evaluación, es una institución ciudadana, sin partido político y sin dependencia
gubernamental alguna. Que se dedica al reconocimiento público nacional e
internacional de los Mejores Gobernantes de México e Iberoamérica.
Así mismo, le
decían que, por primera vez en la historia, los ciudadanos reconocen a sus
gobernantes. Y le aseveraban, que los propios ciudadanos, con sus opiniones y
calificaciones “que vertieron en distintas encuestas y sondeos de opinión
pública que aplicamos, les hicieron acreedores a este merecido reconocimiento
nacional”.
Dice el Regidor,
que de quienes le conocen en Tijuana, ninguna persona le hizo saber que había
sido encuestada para este supuesto evento o que hayan escuchado hablar del
mentado Tlatoani. Le quedaba claro que se trataba de una vacilada. En
especial, cuando le hicieron saber que, para recibir el premio, tendría que “cooperar”
con unos 40 mil pesos.
El 8 de abril, o
sea 3 días antes de la supuesta premiación, recibió el último mensaje.
Obviamente, no cayó en el engaño, pero otros sí, como el Síndico Ledesma Romo.
Como la bruja del cuento de Cenicienta : Espejito, espejito, dime quien es la
más hermosa.
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