Por : Gilberto LAVENANT
Ante el hecho de que los
funcionarios públicos, en particular los del nivel municipal, no son todólogos,
o expertos en todas las materias, incluso las correspondientes al área en que
son asignados, se tiene que recurrir a la contratación de asesores, o sea
expertos, en determinada actividad.
Sin embargo, no siempre es
justificable, el hecho de contratar supuestos asesores, para realizar
actividades o funciones, propias de departamentos o secciones específicas del
gobierno.
Pero, en fin, quizás podría
justificarse, si la contratación de los supuestos asesores, habrá de
eficientizar el funcionamiento de la administración pública. Vale la pena, el
gasto, si se logra una mejor operación, aunado a un trato adecuado a la
ciudadanía.
Sin embargo, en la práctica, el
rubro “asesores”, que formalmente se denomina “Prestación de Servicios
Profesionales”, generalmente se utiliza, en el sistema político mexicano, para
encubrir o simular el pago de favores políticos, e incluso atenciones o favores
de carácter personal.
El dinero público, no es del
funcionario, pero, a fin de aliviar en parte las crisis económicas de los “compas”,
o pagar los favores o servicios personales recibidos, pues meten las manos a
las arcas, y mediante la emisión de cheques, les proporcionan recursos públicos
y listo, todos contentos.
Estos son actos criminales,
deleznables, sobre todo por las angustias financieras de los gobiernos
municipales, que en ocasiones les hace desviar recursos, o sea tomarlos de
otros rubros o partidas, como para andarlos derrochando en favores o
compromisos personales.
Durante el ejercicio 2012, el XX
Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por el empresario priísta, Carlos Walterio
Bustamante Anchondo, realizó erogaciones, por concepto de Servicios Profesionales
contratados, o sea en la contratación de supuestos asesores, por un monto de 27
millones 250 mil 92 pesos.
Sin embargo, según el Informe de
Resultados de la Revisión de la Cuenta Pública Anual del H. Ayuntamiento de
Tijuana, por el ejercicio fiscal 2012, presentado por el Organo de
Fiscalización del Estado, el Orfis, con fecha 18 de diciembre de 2013, a la
Comisión de Fiscalización del Gasto Público, de la legislatura estatal, de las
erogaciones efectuadas, por pago a asesores, en el 2012, no se justifican 15
millones 833 mil 75 pesos, debido a que las funciones o actividades
contratadas, corresponden a las que deben llevar a cabo, determinadas áreas,
específicas, de la estructura orgánica del gobierno municipal.
Entre dichas contrataciones, se
ubica a Protego Asesores, S. de R.L., que se cambió a Evercore Partners de
México, S. de R.L., por un monto de 626 mil 400 pesos. Como se sabe, Protego,
es la empresa de Pedro Aspe Armella, el exSecretario de Hacienda, que se
dedica, principalmente, a asesorar a los gobiernos municipales y estatales,
para refinaciar los adeudos.
Por asesorías de seguimiento de
finanzas públicas, créditos financieros y asesoría financiera general, el XX
Ayuntamiento pagó a Protego, 626 mil 400 pesos. Se puede decir que la cantidad
es mínima, ante otros pagos más cuantiosos a dicha empresa, por asesorías al
gobierno municipal de Tijuana.
Por asesorías en consultoría
política, cabildeo y gestoría en la obtención de recursos, se contrató a Grupo
Especialistas Políticos, S.C., por un monto de 6 millones 219 mil 538 pesos,
aunque el Orfis señala que en los contratos no se especifíca para qué tipo de
recursos se llevó a cabo la gestión. Además, precisa que ya existen los
convenios de colaboración, con las dependencias estatales y federales, para la
obtención de dichos recursos y que por lo tanto resulta innecesario
gestionarlos a través de terceros.
A Gerencia Política y
Consultoría, S.C., se le contrató, para realizar asesoría y servicios necesarios,
para elaborar y poner en práctica, una estrategia de comunicación
gubernamental, que mejore la percepción ciudadanía sobre el trabajo del
ayuntamiento, por un monto de 2 millones 131 mil 68 pesos. Gasto inútil, porque
la percepción popular, respecto a la administración de Bustamante, nunca mejoró
y, en todo caso, esa tarea correspondía a la Dirección de Comunicación Social.
Destaca, en las observaciones del
Orfis, la contratación de dos supuestos asesores. Joaquín Octavio Parada Ruiz, dizque
para programas de inversión, y Leonardo Bravo Quintero, para el tema de
políticas públicas, por cuyos “servicios”, cada uno recibió la cantidad de 399
mil 600 pesos.
Para quienes no ubiquen a dichos personajes,
Parada Ruiz fue Secretario General de la central obrera CROM y está perfectamente
identificado, que se dedica a la celebración de contratos de protección. En
palabras sencillas, celebra contratos colectivos de trabajo, como representante
de su sindicato de trabajadores, con empresas diversas, bajo el supuesto de que
representa a los trabajadores que laboran en las mismas, pero no para defender
sus derechos, sino para que dichas empresas no sean emplazadas a huelga.
Generalmente los trabajadores ni lo conocen. Ahora resulta, que es asesor en
programas de inversión. Como dicen : sorpresas que dá la vida.
El otro, supuesto asesor, Leonardo
Bravo Quintero, dizque experto en políticas públicas, efectivamente es un viejo
político priísta, pero, que se sepa, no es reconocido como asesor, en nada.
Bueno, por 399 mil 600 pesos, cualquiera se convierte en experto, en cualquier
área o actividad. También podría decirse, que ante Bustamante, cualquiera es
experto o asesor. Resulta obvio, que estas “asesorías”, fue la vía para pagar
favores.
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