Por : Gilberto LAVENANT
Sumamente
desconcertados, y sobre todo decepcionados, quedaron los periodistas que
acudieron este lunes, a la Sala de los Presidentes, en el Palacio Municipal de
Tijuana, donde a partir de las 10:00 de la mañana habría de llevarse a cabo un
episodio más del escándalo político suscitado por el enfrentamiento entre el
Síndico Procurador, Arturo Ledesma Romo, y el Alcalde Jorge Astiazarán Orcí,
así como colaboradores de ambos.
Habría una
reunión, de una comisión especial del Cabildo, para investigar las razones por
las cuales el Síndico suspendió al Secretario General de Gobierno y a
solicitarle que la dejara sin efecto, en tanto concluían las investigaciones al
respecto.
Este
escándalo, se inició, con una serie de sucesos. Uno, tras otro. La sindicatura
suspende obras de pavimentación en la Calle Segunda, por supuestas
irregularidades en la licitación de las
mismas. Debido a ello, también suspendió a dos funcionarios de primer
nivel, del área de obras públicas.
El
titular de Administración Urbana, Roberto Sánchez, convocó a conferencia de
prensa, para explicar que la suspensión de las obras y de sus colaboradores,
era improcedente, cuando al cuestionarlo si es que el asunto tenía tintes
políticos, respondió que él es técnico, que no se involucra en cuestiones
políticas. Entonces, interviene el Secretario General de Gobierno, Bernardo
Padilla, se arremanga la camisa y acusa al Síndico Ledezma de chantajista y
extorsionador.
La
reacción del funcionario, se debió a que sindicatura le había notificado,
momentos antes, que estaba suspendido provisionalmente. Luego se supo que se le
acusaba de haber causado daño patrimonial a la administración municipal, por un
monto de 207 mil pesos, al haber indemnizado a varios empleados de la
Secretaria de Desarrollo Social, durante la pasada administración, cuando el
suspendido era Director de la misma.
Esto llevó
al Alcalde Jorge Astiazarán, a lanzarse en contra del Síndico, acusando a este
y a su hermano Miguel, así como a varios
de sus colaboradores. Dijo que empezaron a hostigarlo, a partir de que tomó
posesión como Alcalde, exigiéndole les entregara el 50% de los ingresos
indebidos del Ayuntamiento, estimados en unos 80 millones de dólares.
Siendo
tan grave el asunto, lo tuvo que exponer ante el pleno del Cabildo, el 27 de
febrero, y ahí fue en donde se acordó integrar una comisión especial, que
habría de reunirse ayer martes, a fin de investigar todo este embrollo y
determinar lo correspondiente.
Se
suponía, que sería de carácter privado, pero ahí estaban los periodistas,
expectantes, para tratar de no perderse ningún detalle de este nuevo episodio.
También se suponía, que el Síndico no asistiría, pues la semana pasada se negó
a acudir a la sesión de Cabildo.
El
panorama, era explosivo, altamente inflamable. Por ello la expectación de los
periodistas, en la Sala de los Presidentes. Sobre todo, porque aún cuando en
principio se dijo que sería privada, les abrieron las puertas para que
estuvieran presentes. Estaban seguros de que sería algo así como una pelea de box,
de campeonato, de esas de pago por evento.
La
expectación creció, cuando vieron llegar al Síndico Ledesma, que se suponía no
iría. Pero no llegó sólo, sino acompañado de varios colaboradores, quienes
cargaban unas 10 cajas, obviamente con constancias de las investigaciones que
realiza sindicatura. Causó extrañeza, ver que el Síndico saludó de abrazo a, sus
rivales, Astiazarán y Padilla.
Total,
empezó el protocolo, el Alcalde comentó que en su administración se privilegia la
transparencia, e invitó a los regidores y demás participantes, a que expusieran
sus puntos de vista sobre la problemática a tratar. El regidor priísta, Jorge
Escobar, recordó que el acuerdo fue en el sentido de que la reunión sería en
privado y por lo tanto pidió que abandonaran la sala quienes solamente estaban
como expectadores. Dos regidores lo secundaron .
Aprobada
la propuesta, el Alcalde indica que se habría un receso, para trasladarse a
otra área en la que se celebraría la reunión y que al concluir se informaría a
los medios los acuerdos tomados. Tardaron 90 minutos, y al regresar, se dá a
conocer que fue designado como Secretario Técnico de dicha Comisión Especial, el
Regidor del PEBC, Héctor Riveros Moreno, y que la agenda a desarrollar, sería
respecto a los principales temas de la administración del exalcalde Carlos
Bustamante. De las acusaciones de chantaje y extorsión, no se dijo nada.
Los
periodistas no lo podían creer. Resultaba evidente que las acusaciones de
chantaje y extorsión, o de presuntas irregularidades, serían enviadas al “archivo
muerto”. Algo sumamente raro, pues temprano circuló la versión de que en dicha
reunión saldría el acuerdo de promover juicio político en contra del Síndico,
para lograr su destitución.
Para los
periodistas, fue algo así como una pelea de box, tan promocionada, en la que los
boxeadores se acarician con los guantes, en lugar de dar golpes contundentes, y
al final los jueces decretan empate.
¿Qué fue
lo que realmente pasó? Pues algo sencillo. Todos los integrantes del Cabildo,
reconocieron que el escándalo político, de seguir como iba, se saldría de
control y entorpecería toda acción de gobierno, durante los próximos 3 años. Sería
el caos.
Por ello,
prácticamente aplicaron el “borrón y cuenta nueva”, en aras de que haya
gobernabilidad. Ayer mismo, dos colaboradores del Síndico renunciaron. Falta
ver quien renuncia, de parte del Alcalde. La Ley de Hilos y Tejidos, no falla :
el hilo siempre se rompe, por lo más delgado. El problema, es que esto no borra
las acusaciones, ni las sospechas sobre la asquerosa corrupción en el gobierno
municipal. Todo sea por la gobernabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario