

‘Rhynchohyalus natalensis’ es el nombre de este pez que
posee unos ojos cilíndricos orientados hacia arriba que le permiten detectar
posibles depredadores y buscar alimentos. Pero la gran peculiaridad es que
poseen una segunda retina que les permite mirar hacia abajo para detectar las
chispas bioluminiscentes de las demás criaturas marinas.
Este extraño pez se puede encontrar entre Australia y Nueva
Zelanda, en el mar de Tasmania, vive entre los 800 y 1.000 metros de
profundidad y puede llegar a medir 18 centímetros de largo, según informa
‘Russia Today’.
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