Por : Gilberto LAVENANT
A poco más de 2 meses de tomar posesión, como Presidente del XXI Ayuntamiento de Tijuana, el Dr. Jorge Astiazarán Orcí, los regidores que le acompañaran en su gestión, ya empezaron una rebelión, para que no les pase lo que ocurrió con los regidores del XX Ayuntamiento que encabeza Carlos Bustamante, que nunca los tomó en cuenta para nada, al grado que ya les llamaban “los fantasmas”, pues nadie los veía, ni nadie los escuchaba y por lo tanto nadie los atendía.
Y ciertamente los regidores, en lo individual, no tienen facultades ejecutivas. No pueden dar órdenes a los funcionarios municipales. Su función es, estudiar y conocer los asuntos que se han de poner a consideración del cabildo, para aprobarlos o rechazarlos. O sea, su función es levantar la mano o decir : “aprobado” o “rechazado”.
Lo observaba el columnista, el viernes 9 de marzo de 2012, bajo el título de “Los fantasmas municipales”, precisamente en relación al serio conflicto que se suscitó entre los regidores del XX Ayuntamiento y el Alcalde Bustamante.
Indicaba entonces, que los gobiernos municipales son colegiados. Al menos legalmente. Que el órgano de gobierno de este nivel, es el Ayuntamiento. Que éste se integra por un Presidente Municipal, un Síndico Procurador y el número de regidores que establezca la Ley Electoral, de conformidad con lo dispuesto por la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California, así como en la Ley Orgánica de la Administración Pública Municipal.
En el Ayuntamiento de Tijuana existen 15 regidores. La mayoría son del PRI y en segundo lugar los del PAN. Pero decía que pareciera que no existen. Que nadie los ve, nadie los atiende. Comentaba que sólo aparecen en las sesiones de cabildo y es para validar las propuestas del Alcalde Carlos Bustamante Anchondo o de algún regidor afín.
Y recordaba el conflicto registrado un año atrás. El sábado 4 de junio del 2011, durante una reunión celebrada en un hotel de esta ciudad. Los regidores del XX Ayuntamiento de Tijuana, integraron un bloque para hacer frente al Alcalde Carlos Bustamante y a los funcionarios del gobierno municipal, que se negaban a atenderlos. El bloque lo integraron 10 de los 15 regidores, del PRI, PAN, PVEM, PT y PES. Reclamaban dignidad y respeto al Alcalde y a su gabinete.
La información trascendió un día después, mediante un comunicado que hicieron circular al respecto. La nota periodística, publicada el lunes 6 de junio del 2011, sorprendió a muchos.
El comunicado señalaba : “Alianza por la Dignificación de Tijuana”, busca construir acuerdos para el bienestar de nuestra Tijuana así como un nuevo modelo de participación incluyente por parte de los regidores; de la misma manera consolidar el cabildo como un cuerpo colegiado para la toma de decisiones de nuestra ciudad y con ello, fortalecer la figura que representa el Regidor en la participación de la administración pública y toma de decisiones”.
Los regidores tijuanenses se quejaban de que el Alcalde priísta, y su gabinete, no los tomaba en cuenta para la toma de decisiones y por lo tanto no respetaban las facultades y funciones que les otorgan las leyes municipales.
La alianza la integraban los regidores Miriam J. Ayón Castro, Francisco Gómez Medina, Rubén Salazar Limón y Javier Merino Duarte, del PRI; Claudia Ramos Hernández, María Luisa Sánchez Meza y Erwin Aréizaga Uribe, del PAN; Mariano San Román Flores, del PVEM; Julio César Vázquez Castillo, del PT y Rodolfo O. Hernández Bojórquez, del PES.
En el comunicado puntualizaron que no se trataba de una declaración de guerra, sino que el objetivo era impulsar, fortalecer y garantizar la gobernabilidad de la ciudad. Los regidores de las distintas fracciones políticas, acordaron formar un bloque pluripartidista, para formular sus demandas ante el presidente municipal, a fin de mejorar los trabajos de sus respectivas comisiones y se unieron para conformar lo que denominaron “Alianza por la Dignificación de Tijuana”.
La verdad de las cosas es que esto no llegó muy lejos. Bustamante estaba fuera de la ciudad y cuando regresó, al ser cuestionado por los periodistas, sobre dicho bloque, de una manera absurda y obviamente irreverente, además de insólita y aberrante, respondió que lejos de incomodarle, le daba risa. El columnista comentó al respecto que, traducido al español, el alcalde les vió cara de payasos a los regidores y le hicieron gracias sus inquietudes.
Quizás recordando ese conflicto, los regidores de partidos opositores al PRI, que integrarán el XXI Ayuntamiento de Tijuana, por la vía de representación proporcional, han decidido “ponerse los huaraches antes de espinarse” y se preparan para rebelarse ante el alcalde electo, para exigirle que los tome en cuenta a la hora de la toma de decisiones.
No quieren, asumir el papel tradicional de los regidores, de ser simples comparsas, levantando la mano para aprobar las propuestas de quien presidirá el XXI Ayuntamiento. Nada de eso.
Incluso, han revelado que les molestó que Astiazarán no los tomó en cuenta, para designar a los integrantes de la Comisión de Transición. Así mismo, pretender negociar, en conjunto, la asignación de comisiones, así como el reparto de posiciones en el gobierno municipal y además alcanzar la fuerza suficiente para llevar a cabo cualquier negociación.
Las reuniones previas las encabeza el regidor electo, el expanista Luis Felipe Ledezma, pero participan regidores del PRD, Nueva Alianza e incluso la priísta, Martha Rubio. El XXI Ayuntamiento de Tijuana estará integrado por 8 regidores del PRI, 6 del PAN y 1 de Movimiento Ciudadanos. Todavía no toman posesión y ya anuncian la rebelión. Astiazarán tendrá que designar a un buen operador político, para librar la batalla.
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