No meto las
manos al fuego por todos: Capella
* “No vamos
a permitir que regrese el crimen organizado ni tampoco los narcopolicías”
*
“Evitaremos entre todas las corporaciones que se desborde el índice delictivo”
* “Si no
hubiera deportados, se reduciría en un 68 por ciento la incidencia delictiva”
* “En la
contundencia se cometen errores; pero no cometeré el error de desproteger a la
gente de bien”, advirtió el Secretario de Seguridad Pública Municipal de
Tijuana
TIJUANA.- “No meto las manos al
fuego por todos”, expresó categórico el Secretario de Seguridad Pública
Municipal de Tijuana, Jesús Alberto Capella Ibarra, en reunión con integrantes
de la Asociación Nacional de Periodistas A.C. (ANPAC) presidida en Baja
California por Pedro Castillo Chavoya, en referencia a la depuración policiaca
“que es diaria y permanente”, y en el controvertido dilema de distinguir entre
la gente de bien y el maleante, de entre las 400 mil personas que han sido
deportadas de Estados Unidos en los últimos tres años.
Tras manifestarse orgulloso de
contar con la policía municipal mejor calificada del país, no dejó de reconocer
que el segundo “campo de batalla” que ha sido más complicado para él como
titular de la SSPM es el de combatir las “manzanas podridas” al interior de la misma
corporación, pues dentro hay una “complicada red de intereses”, que se están
combatiendo con disciplina, y con depuraciones constantes, conforme a derecho.
El primer “campo de batalla” es el
que enfrentan diariamente en las calles, y que es el más observado por la
ciudadanía en general, pero además del segundo, ya referido anteriormente, el
tercero no es menos difícil de enfrentar: los grupos de poder políticos,
económicos y de grupos de la sociedad civil, que “se comen vivos a los
titulares de Seguridad Pública”, y eso ya lo vivió en el 2008, cuando luego de
su salida se divulgaron muchos “estigmas” en torno a su persona.
Alberto Capella Ibarra explicó que
si bien en su actual gestión no se han realizado depuraciones masivas de
policías (como los 350 elementos apresados por militares en el 2008), en los 16
meses que tiene de ser el titular de la SSPM Tijuana se ha despedido a 90
policías corruptos, y si en la anterior administración las cifras fueron
estratosféricas, se debió a que recibieron en aquél entonces a lo que era la
policía más corrompida del país, “y pese a los esfuerzos de la anterior
administración, no se fueron todos los malos elementos”.
En ese contexto advirtió: “no vamos
a permitir que regrese el crimen organizado ni tampoco los narcopolicías”, y
luego de justificar el clima de violencia que ha venido en aumento desde enero
de este año 2013, informó que recientemente tuvieron una reunión de titulares
de todas las corporaciones policiacas de Baja California, es decir, de los tres
niveles de gobierno, y aseveró: “evitaremos entre todas las corporaciones que
se desborde el índice delictivo”.
Los integrantes de la ANPAC Baja
California radicados en Tijuana cuestionaron acremente al Secretario de
Seguridad Pública Municipal sobre los abusos que cometen policías, que por 200
pesos dejan libres a detenidos a dos cuadras de donde los “levantan”, y que
“suben” a los mismos que apenas salen de “La 20”, así como muchos atropellos
que se han visto de “siembra” de “globitos”, cobro de cuotas en “narcotienditas”,
allanamientos de morada, golpizas a detenidos, entre otras “linduras” de malos
policías.
Ese fue precisamente el otro
contexto de su frase de que no mete las manos al fuego por todos, pero alegó
también que no puede despedir a policías “a la ligera”, “por generalidades”, ni
por simples señalamientos sin sustento, por lo que pidió que las denuncias
fueran precisas, detalladas y por escrito, además de que -ojo para todos los
policías-, los periodistas pueden tomar fotos y videos de los operativos policiacos,
máxime si las gráficas denuncian los abusos policiacos, para darle sustento a
las denuncias ciudadanas.
Mucho
criminal deportado
En el contexto de los abusos
señalados, se incluyeron migrantes que, por el solo hecho de ser deportado, sin
empleo y sin un lugar dónde vivir, son subidos a las patrullas, como en un afán
de “inflar” cifras de detenidos.
Sobre ese tema el licenciado Jesús
Alberto Capella Ibarra aclaró que él no ha dado ninguna orden de “cuotas” de
detenidos, ni de otro tipo de “cuotas”, “ese es un paradigma que estamos
rompiendo”. Y sobre el fenómeno de la migración, dijo observar que reconoce que
muchos migrantes no son personas de mal, sino que están en condiciones
miserables por diversas circunstancias; “detrás de cada uno de ellos hay una
tragedia; pero lamentablemente, el 30 por ciento de los deportados son
criminales expulsados de Estados Unidos, y para diferenciar entre los que son
gente de bien y los que delinquen o tienden a delinquir, necesitaríamos 30 mil
policías”.
Debido a sus condiciones
infrahumanas, el 50 por ciento de los deportados padecen una o varias
enfermedades graves, entre ellas, enfermedades venéreas o de transmisión
sexual, y resulta que entre los delitos cometidos en el último mes se percibió
que cinco violaciones cometidas contra menores de edad fueron perpetradas por
personas migrantes, con tan solo 24 horas de haber sido deportados de Estados
Unidos.
Entre otros migrantes detenidos
figuran individuos “tatuados hasta por… todos lados” que con solo 2 meses de encontrarse
en Tijuana, después de haber sido deportados, ya habían cometido dos
secuestros; y así por el estilo, entre los migrantes que han sido detenidos ha
habido los que roban inmediatamente, en cuanto entran a este territorio
mexicano. Por eso ponderó que se está llegando a acuerdos con el gobierno
estadunidense para que los deportados sean enviados a sus lugares de origen, y
que no pasen por las ciudades fronterizas de nuestro país.
“En el tema cuántico y cualitativo,
estoy consciente de que la policía municipal no tiene capacidad para resolver
el problema migratorio; pero antes, en la anterior administración, el problema
era mucho más grave; en esta administración hemos procurado ser más humanos en
el trato”, comentó.
Asimismo, consideró que “si no hubiera
deportados, se reduciría en un 68 por ciento la incidencia delictiva”; por eso,
consideró que, pese a las muchas quejas por presuntas violaciones a los
derechos humanos de los migrantes, admite que “en la contundencia se cometen
errores; pero no cometeré el error de desproteger a la gente de bien”, y
lamentó que Baja California, y especialmente Tijuana, carga con el costo de
otras entidades federativas del país que no provee lo necesario para que sus
gentes tengan una vida digna y sustentable.
“Estoy totalmente de acuerdo en que
persisten abusos de policías, pero no puedo actuar con generalidades, porque si
a esas vamos, de todo lo malo que ocurre en la ciudad, resulta que la piñata
a la que hay que pegarle es al policía;
no es descargo de culpas, pero la nuestra es la policía municipal más
dignificada del país, aunque, por supuesto, no meto las manos al fuego por
todos”, recalcó.
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